Elena Martínez obtuvo el título de grado en Biología por la Universidad de Murcia en 2018, donde participa como alumna interna en el Departamento de Biología Celular e Histología. En 2016 obtiene la beca ISEP para cursar un año en la Universidad Virginia Common wealth, VA y en 2018 comienza el máster de Bioinformática en la Universidad de Murcia, con una beca de colaboración en el Departamento de Informática y Sistemas en colaboración con el Centro Regional de Hemodonación. Ha realizado un máster de Investigación y Avances en Inmunología Molecular y Celular por la Universidad de Granada y actualmente ya está cursando un doctorado en Biología del Cáncer en la Universidad del Sur de Florida gracias a la beca de la Fundación La Caixa.

¿Cómo quiere enfocar su doctorado?

La idea es enfocar la tesis en el campo de la inmunoterapia, una fórmula muy novedosa de tratar el cáncer. En este caso intentamos potenciar nuestro propio sistema inmune para que sea éste el que elimine las células del cáncer.

¿Cuánto tiene previsto estar en Florida?

La beca de la Fundación son dos años de duración y el programa es de cuatro años. El acuerdo con la universidad es que la Fundación La Caixa financia los dos primeros años y los otros dos la universidad.

Ahora mismo a nivel internacional en que se centra la investigación en la lucha contra el cáncer. ¿Llegaremos a ver alguna vez una cura definitiva?

Llegar a ver una cura para el cáncer yo pienso que va a ser casi imposible, porque hay muchos tipos de cáncer y todos son muy diferentes. Si encontramos curas, serán miles para los miles de cánceres que hay. Es verdad que en los últimos años se ha ido cambiando mucho del modelo tradicional de la terapia contra el cáncer que ha sido la quimio y la radioterapia. Aunque la quimio y la radio siguen siendo terapias que se usan en hospitales, ahora mismo están cogiendo mucha fuerza las nuevas inmunoterapias, que en muchos casos conllevan efectos secundarios menores.

A lo largo de este último año, hemos visto como muchas investigaciones se han visto paradas para unir fuerzas y luchar contra el coronavirus. ¿Esta manera que hemos visto de conseguir una vacuna, podrá beneficiar ahora en la lucha contra otras enfermedades?

Pienso que sí. La investigación que se está haciendo contra el coronavirus está dejando una base muy importante para luchar contra otras enfermedades. Si se vuelve a presentar una enfermedad vírica podremos saber qué camino seguir, y aunque sea muy diferente el camino ya lo hemos recorrido una vez.

¿Qué diferencias encuentra entre las universidades americanas y el funcionamiento de las españolas?

La diferencia que más salta a la vista es la falta de financiación en las universidades españolas a la hora de poder investigar. Una de las cosas que más me llamó la atención es que aquí en EEUU cuando tú tienes una idea, que es novedosa, que nadie a probado y que piensas que va a funcionar, es relativamente sencillo encontrar financiación para llevar a cabo tu idea, pero en España es bastante más complicado, porque los recursos son más limitados.

Una carrera muy intensa, ¿cómo se decide por la biología?

Elegí estudiar biología por un profesor que tuve en el instituto y que era muy apasionado de la asignatura. Durante sus clases me consiguió transmitir esa pasión y cuando terminé el instituto tenía muy claro que me quería dedicar a la ciencia y que quería estudiar biología.

¿Dónde se ve en un futuro próximo?

Me gustaría dedicarme a la docencia dentro del ámbito universitario, dividir un poco mi tiempo entre la investigación y la docencia, poder hacer lo que un día hizo mi profesor en el instituto y tener la posibilidad de inculcar esa inquietud por la ciencia a otros alumnos. Aunque en cuatro años pueden pasar muchas cosas, mi idea principal es una vez que termine el doctorado volver a España y desarrollar mi carrera investigadora, para devolver un poquito toda la educación que me ha dado España.