Jesús Jiménez, presidente de Hostemur, considera «indecente» que el Gobierno de López Miras obligue a los hosteleros a controlar si alguien come o bebe algo en la puerta de sus negocios. Según publica el Boletín Oficial de la Región (BORM), «en los casos de prestación de servicios de hostelería mediante la modalidad de recogida en el local previo pedido, y con la finalidad de evitar la aglomeración de personas, el titular del establecimiento será responsable de que el consumo de alimentos y bebidas no se realice en las inmediaciones del mismo».

El presidente de la patronal insiste en que este punto es «una barbaridad», al tiempo que recuerda que «está prohibido comer y beber en la calle desde hace meses», por lo que achaca lo publicado en el BORM a «algún iluminado de los servicios jurídicos, que decidió hacer responsable a la hostelería de que eso se cumpla». Atribuye lo sucedido al «afán de quitarse responsabilidades» de la Administración y sentencia que, al tratarse de la vía pública, es la Policía la que ha de actuar, si ve una infracción.

Los hosteleros, sostiene Jiménez, «no tenemos capacidad» para llamar la atención a alguien que esté en la calle y, además, «estaríamos bordeando» la ley vigente, al hacer «de policías».

Tras lamentar la «desvergüenza» de la que hace gala el Gobierno de Miras, se pregunta qué son «las inmediaciones» de un bar y cuestiona «cómo actuar si hay una persona tomándose un trozo de pan, que ni siquiera se lo he vendido yo, en la puerta» de un local. A juicio de Jiménez, las decisiones del Ejecutivo murciano están «echando a perder una estructura empresarial que va a tardar dos décadas en recuperarse», lo cual «es injusto e inhumano».

Por su parte, el presidente de Hostecar, Juan José López, subraya que «nuestras obligaciones acaban una vez se llevan la comida del establecimiento» los clientes, por lo que tiene claro que lo publicado en el BORM «no tiene ningún soporte jurídico y tiene poco recorrido». Sobre si los hosteleros van a hacer de policías para con sus clientes, Hostecar (que mantiene para hoy una cacerola ante la Asamblea) remarca que «ni lo vamos a hacer ni lo hemos hecho ni creo que nos puedan obligar a ello. Cada uno tenemos nuestras atribuciones y el regular la vía pública no es cosa nuestra». En su opinión, «cada día la hostelería tiene menos culpa de lo que está pasando» y son los políticos los que «ante la falta de responsabilidad de la gente, la pagan con nosotros».No habrá más inspecciones

No habrá más inspecciones A preguntas de esta redacción sobre si habrá más inspectores sanitarios para reforzar que no se come cerca de los bares, desde la Consejería de Salud indicaron que «las competencias de las inspecciones de Sanidad están tasadas y no les corresponde la vigilancia o cumplimiento de las normas establecidas por parte de la ciudadanía porque esas atribuciones recaen sobre las Policías Locales y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad», al tiempo que remitieron al BORM que alude al papel de los hosteleros como vigilantes. «Tienen que cumplir la orden», subrayan.

Desde el Ayuntamiento de Murcia, por otro lado, apuntaron que, si ven aglomeraciones, «la Policía sanciona esos comportamientos, en cumplimiento de la normativa».

Policías de la Región consultados explican que, si ven una aglomeración en la puerta de un bar, se denunciaría a las personas que están cometiendo la infracción, en ningún caso al dueño del local, a no ser que éste también esté incumpliendo la normativa (por ejemplo, dejando a la gente sentarse).

Explicaron que esta situación se da más en el café de la mañana. Muchos bares tienen una especie de ventana por la que se cogen los vasos y la gente a veces hace una fila o se arremolina. Se llegan a producir corros de personas, que charlan mientras consumen su bebida. El dueño de la cafetería, en todo caso, puede llamarles la atención, pero hasta ahí.