José Ballesta y Mario Gómez, alcalde de Murcia y líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento, respectivamente, volvieron a evidenciar ayer durante el debate del ´caso Coello' en el Pleno ordinario del mes de enero su falta de sintonía y que el pacto de gobierno en el Ayuntamiento de la capital sigue pendiendo de un hilo.

La bomba puede saltar en cualquier momento y así lo han demostrado durante estos meses PP y Ciudadanos, que gobiernan en coaliación en el Consistorio, tras las distintas crisis internas que han ido surgiendo. La última tuvo lugar ayer: la formación naranja decidió unirse a los partidos de la oposición para pedir la cabeza del concejal de Salud y Deportes, Felipe Coello.

Los principales dardos envenenados durante el debate los lanzó el portavoz naranja, Mario Gómez, al propio Ballesta, quien acusó al regidor murciano de ser «el peor gestor» que ha tenido el Ayuntamiento «en toda su historia», pero «posiblemente el mejor comercial vendiendo humo».

El edil de Cs aseguró que Ballesta tiene «falta de liderazgo» y que se esconde. «Hay que exigir a Ballesta que salga de su burbuja. Las burbujas son para luchar contra la covid, no para esconderse de los ciudadanos y para no ejercer sus responsabilidades. O sale de la burbuja o le pincharemos nosotros para que salga», amenazó Gómez. Por su parte, Ballesta respondió más tarde asegurando que en toda su vida no ha hecho «otra cosa que no sea asumir responsabilidades, sobre todo en los últimos 20 años» y devolvió el golpe a su socio de Gobierno explicando de forma tajante que no iba a permitir «determinadas actuaciones escénicas propiciadas por el rencor personal y el resentimiento», algo que, según el alcalde, solo se puede curar «con la generosidad».

El Pleno del Ayuntamiento de Murcia aprobó por mayoría una moción conjunta presentada de urgencia por los grupos políticos PSOE, Cs, Vox y Podemos para exigir al alcalde, José Ballesta, la dimisión del concejal de Salud, y Deportes, Felipe Coello, por haberse saltado el protocolo y ponerse la vacuna contra el coronavirus. La moción también abogaba por el cese inmediato de todos los cargos públicos, sean representantes electos o de libre designación, que incumplan la estrategia de vacunación y reclamaba la creación de una comisión de investigación sobre el incumplimiento de este protocolo. Finalmente contó con el apoyo de todos los grupos a excepción del Partido Popular.

En uno de los plenos más calientes que se recuerdan desde el inicio de la presente legislatura dada la gravedad del asunto, las cuatro formaciones, que habían presentado de forma individual una moción de urgencia para pedir el cese de Coello, acordaron unir sus diferentes propuestas en una sola para denunciar que el edil «se ha saltado el protocolo» para vacunarse. Además, PSOE y Vox decidieron retirar las mociones que iban a presentar al primer Pleno del año para centrar el debate en el ´tema Coello'.

Los portavoces municipales, Gómez (Ciudadanos), José Antonio Serrano (PSOE), José Ángel Antelo (Vox) y Ginés Ruiz (Podemos) coincidieron en que si un cargo público se salta el protocolo de vacunación, debe dimitir; y que Coello no debería estar vacunando porque en estos momentos no ejerce la actividad médica, sino la política.

Por su parte, el alcalde Ballesta dijo al final del Pleno que «en una posición personal, el que tiene que tomar la decisión es el que tiene el problema, no el que dirige». El concejal sigue en el ojo del huracán desde la semana pasada tras darse a conocer que se vacunó junto con los funcionarios del Servicio de Salud para vacunar a las personas que acuden a los centros municipales de la Plaza Preciosa y La Seda.