La finalización de las obras de reparación del acueducto que paralizan los trasvases de agua entre las cuencas del Tajo y el Segura se podría alargar otras tres semanas más a cuenta de las complicaciones que ha supuesto la borrasca Filomena. Las grandes cantidades de precipitaciones en forma de nieve que cayeron en sobre Castilla-La Mancha hace unas semanas es la razón que alega la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura para justificar el retraso en la terminación de las obras en el embalse de La Bujeda, que buscan reparar las fugas de aguas detectadas en esta infraestructura en abril del pasado año. Desde septiembre de 2020 estas obras comenzaron con la previsión de finalizar en diciembre, pero habrá que ir hasta el próximo mes de febrero para volver a ver el trasvase en funcionamiento.

Paralelamente estas obras, señala el Ministerio para la Transición Ecológica, se han venido planificando y realizando trabajos de investigación para tratar de localizar la existencia de otras fugas no detectadas en superficie y definir con mayor detalle las obras de subsanación a realizar. Por otra parte se analizó y se constató la imposibilidad técnica de realizar envíos de agua hacia el acueducto Tajo Segura debido a las reparaciones que están llevando a cabo en el embalse de La Bujeda, algo que por su retraso había encendido ya los ánimos de las comunidades de regantes del Levante.

En la reunión mantenida hoy por la Comisión de Explotación se aprobó un nuevo envío de agua a la cuenca del Segura, con un nuevo recorte. La propuesta, al estar los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía en 'Nivel 3', era de 20 hectómetros cúbicos, pero se quedará finalmente en 17, como viene sucediendo a lo largo de los últimos meses. Esto supondrá un volumen de 7,5 hm3 destinado a abastecimientos urbanos y 9,5 hm3 para regadío. El Ministerio alega que debido a las precipitaciones acumuladas en la cuenca del Segura en los últimos doce meses y las reservas para abastecimientos y regadíos de 47,6 hm3 disponibles en la cuenca del Segura 1 de enero, debe anteponerse los «principios de prevención y precaución que deben presidir la acción de las Administraciones Públicas» para aprobar un recorte de tres hectómetros cúbicos.

El Sindicato Central de Regantes (Scrats) no entiende estas motivaciones que presenta el Ministerio ni cree conveniente argumentar ese recorte con las precipitaciones caídas en el último año en la cuenca del Segura, de las que el regadío no se podría beneficiar, señala su presidente Lucas Jiménez. Estima que, en contra de lo que señala el Ministerio, los embalses de cabecera ya se encuentran en 'Nivel 2' y que se podría mantener esta situación a fecha de 1 de febrero, por lo que correspondería trasvasar más hectómetros. Transición Ecológica prevé para el primer trimestre de 2021 que la cabecera se mantendrá en situación hidrológica excepcional (Nivel 3), «previsión que se mantendría también para todo el semestre». Jiménez remarca que vuelven a recortar «sin mantener criterio técnico alguno y que el departamento de la ministra Teresa Ribera «abandona las reglas».

El consejero de Agua de Murcia, Antonio Luengo, adelanta que recurrirán ante los tribunales este envío de enero, operación que viene siendo habitual en los últimos meses, y añade que el campo murciano está «a pocas semanas de que el consumo de recursos hídricos se incremente de manera notable por el próximo inicio de nuevas cosechas, y nuestros agricultores necesitan la garantía y certidumbre para poder trabajar con tranquilidad».

Hasta que las obras terminen, los embalses del Tajo retienen 60 hectómetros pendientes de trasvasar.