El motivo por el que existe brecha de género en estudios superiores científico técnicos se debe a la diferencia en el rendimiento académico entre las materias de Lengua y Matemáticas de ellas y de ellos, según un estudio publicado en la revista ´Papeles de Economía Española' de Funcas.

Concretamente, el trabajo señala que las niñas no se decantarían por carreras técnicas porque su rendimiento en Lengua es significativamente mayor en comparación con el rendimiento en Matemáticas, mientras que ellos suelen elegir carreras más técnicas porque sus notas son mejores en Matemáticas que en Lengua, a pesar de que la diferencia entre ambas materias es menor que en el de ellas. Es decir, ellas destacan en Lengua bastante por encima de Matemáticas, cuando ellos destacan en Matemáticas pero por muy poquito en comparación con Lengua, independientemente en ambos casos de ser bueno o no con los números.

Según el autor del informe, Ildefonso Méndez, de la Universidad de Murcia, la literatura sobre el tema ha destacado principalmente tres teorías que podrían explicar la brecha de género en matemáticas y su evolución desde las edades más tempranas: las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, la cultura y la competitividad.

Pero el autor destaca una nueva hipótesis explicativa que ha sido presentada recientemente por Breda y Napp (2019). Estos autores defienden que la brecha de género en rendimiento matemático no es suficientemente relevante desde un punto de vista cuantitativo como para explicar la menor presencia de mujeres en estudios y ocupaciones STEM. «Sin embargo, la combinación de las brechas de género en matemáticas y lengua sí que puede explicar la menor presencia de las mujeres en estudios y ocupaciones STEM», señala Méndez.

Breda y Napp (2019) argumentan que es la comparación del rendimiento en matemáticas y lengua de un mismo estudiante en el momento de tomar decisiones educativas la que explica la menor presencia de mujeres en estudios y ocupaciones STEM. Para demostrar su teoría utilizan una muestra de 300.000 estudiantes residentes en 64 países que participaron en PISA 2012. Sus estimaciones confirman que la diferencia entre el rendimiento de un estudiante en lengua y matemáticas es sustancialmente mayor entre las alumnas que entre los alumnos. En concreto, esa diferencia alcanza una magnitud de un 80% de una desviación estándar.

Estos autores ofrecen estimaciones a nivel de país que sugieren que, en el caso de España, un 65% de la brecha de género en intenciones de estudiar carreras STEM se debe a la mayor ventaja comparativa de las mujeres en lengua. El porcentaje correspondiente al conjunto de la OCDE es de un 81%, destacando el caso de Italia y Portugal, países en los que más del 95% de la brecha de género en intención declarada de cursar estudios intensivos en matemáticas se debe a la mayor ventaja comparativa en lengua de las estudiantes.

En el extremo opuesto dentro de los países desarrollados se encuentran los países de Centroeuropa, en los que la ventaja comparativa de las mujeres en lengua explica, en general, menos de la mitad de la brecha de género en la intención, declarada a los 15 años de edad, de estudiar carreras intensivas en matemáticas. En general, el porcentaje de la brecha de género en intención de cursar estudios STEM que se puede achacar a la mayor ventaja comparativa de las mujeres en lengua es menor entre los países no desarrollados que en la OCDE.

El investigador de la Universidad de Murcia ha tratado de confirmar esta última teoría analizando microdatos de las pruebas de evaluación diagnóstica realizadas en centros educativos de la Comunidad de Madrid en 3º y 6º de Primaria, así como en 4º de la ESO, durante los cursos 2016-2017 y 2018-2019.

Las estimaciones realizadas confirmaron la presencia de una brecha de género desfavorable a las alumnas en el rendimiento matemático tanto en Primaria como en Secundaria. Asimismo, encontró que la magnitud de la brecha de rendimiento en matemáticas se incrementaba con la edad de los estudiantes. En concreto, entre 3º y 6º de Primaria se produce el incremento mas notable en la magnitud de la brecha de género en matemáticas, que se incrementa tan solo ligeramente entre 6º de Primaria y 4º de la ESO.

Por el contrario, Méndez encontró una brecha de género favorable a las alumnas tanto en lengua española como en lengua inglesa. La magnitud de esta brecha de género es, en todos los cursos analizados, a excepción de 4º de la ESO, mayor en valor absoluto a la brecha de género en matemáticas. Esta excepción se explica porque la brecha de género favorable a las chicas en rendimiento en lengua, española o inglesa, se incrementa de forma notable entre 3º y 6º de Primaria, pero se reduce en más de la mitad de su cuantía entre 6º de Primaria y 4º de la ESO. Así, «las chicas que son excelentes en matemáticas al final de la escolarización obligatoria obtienen también una puntuación elevada en lengua, por lo que su ventaja comparativa para estudiar contenidos intensivos en matemáticas es menor que la de los chicos, para los que ser excelente en matemáticas suele implicar un rendimiento menor en lengua».