El Juzgado de Lo Penal N.º 6 de Murcia ha condenado a pagar una multa de 3.200 euros al hombre que fue sorprendido al volante de su coche, cuando tenía el permiso de conducir retirado hasta 2025 por provocar, hace tres años, un accidente de tráfico en el que murió una niña. El sospechoso, que entonces conducía bajo los efectos de las drogas, estrelló su camión contra un vehículo, en el que iba la pequeña de dos meses, que estaba averiado en el arcén, a la altura de Sucina, en el municipio de Murcia.

Agentes de la Policía Local de Abanilla interceptaron a este sujeto en un control para vigilar que se cumplían las restricciones impuestas para tratar de frenar la pandemia de coronavirus. A este individuo se le da el alto al azar en el control y, a los agentes, les facilitó un nombre y un número de DNI falsos: no llevaba documentación encima. Los municipales sospecharon enseguida de que estaba mintiendo y finalmente el sujeto, de nacionalidad española y 60 años de edad, confesó: tenía retirado el permiso de conducir por el accidente que segó la vida de la bebé en junio de 2017.

El día del juicio, el hombre trató de argumentar que había cogido el coche por una urgencia, ya que, según dijo, sus hijos se habían quedado encerrados en una habitación de casa de su abuela y tenía que ir a liberarlos. El juez no se cree esta justificación y subraya que «desde luego que dos niños, uno de ellos de 7 años de edad, no pudieran salir de un dormitorio donde habían pasado durmiendo toda la noche, sin ningún otro dato adicional de riesgo evidente para su integridad, no supone una situación que justifique la vulneración de la ley. Como la propia abuela ha reconocido, llamó por teléfono una sola vez a su hijo, no llamó a nadie más, y a los 15 minutos apareció el amigo de su hijo, quien abrió la puerta con un destornillador y los niños salieron sin ningún problema».

"Merece reproche punitivo"

«Quizá sea falta de sensibilidad, pero no se aprecia realmente ninguna situación de emergencia. Y en último extremo, cabían otras alternativas a la comisión de un delito, entre ellas utilizar un taxi o, como finalmente hizo, pedir ayuda a un vecino. En definitiva, que la conducta del acusado merece, claramente, reproche punitivo en sede penal», destaca la sentencia, que fue leída in voce al término del juicio oral.

Tiene en cuenta el juez en su resolución «la existencia de la condena apenas un año antes, por varios delitos contra la seguridad vial, entre ellos uno por homicidio por imprudencia grave con el fallecimiento de una niña de solo dos meses de edad».

«Con tales antecedentes se justifica la pena de multa interesada por el fiscal, que excluye la alternativa más grave privativa de libertad, en la mitad precisa dentro del marco punitivo legalmente permitido y con una cuota diaria usual en el foro en atención a las presumibles posibilidades económicas del penado, que no alega estar en la indigencia», detalla.