El exjefe del Ejecutivo de Murcia y exvicepresidente del Parlamento Europeo, Ramón Luis Valcárcel, que acaba de ser exculpado en la pieza separada del caso de la desalinizadora de Escombreras, ha dicho este viernes que ni se fue de la política ni se irá y que siempre estará a disposición de su partido y "en primer tiempo de saludo para lo que se diga".

El expresidente murciano estaba siendo investigado como presunto autor de delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude y fraude de subvenciones en la contratación de la construcción y gestión de esa planta.

Valcárcel, que presidió esta comunidad de 1995 a 2014 y ejerció la vicepresidencia de la Eurocámara entre 2014 y 2019, ha explicado que "realmente nunca" se fue de la política, aunque su actividad se ha reducido estos años a las reuniones orgánicas del partido y a su participación en campañas electorales.

Cuando apenas han pasado 24 horas desde que se notificó el auto en el que el juzgado de instrucción acuerda el archivo de las actuaciones seguidas contra él al no apreciar indicios de delito, el expresidente ha afirmado que ha recibido más de 1.700 llamadas y mensajes de militantes del PP, en su mayoría, y de otras muchas "personas de esta Región que nada tienen que ver con la política y sí con estamentos de diversa naturaleza".

Valcárcel ha agradecido la satisfacción que le han trasladado por su sentencia exculpatoria y, tras destacar la llamada recibida del secretario regional del PP, Miguel Ángel Miralles, ha reconocido que echa en falta la de algunos cargos relevantes de su formación, "aunque las circunstancias actuales centran y concentran su atención en asuntos que no admiten demora".

Al valorar el auto en el que se indica que de la investigación judicial llevada a cabo no se desprende indicio alguno de su presunta participación en la adquisición y gestión de la planta desalinizadora, ni como coautor, cooperador necesario o cómplice, ha dicho que "lo considera un paso, si no determinante, sí muy importante, con independencia de su carácter provisional".

En cuanto a la posibilidad de que la sentencia sea recurrida, Valcárcel ha contestado: "No me preocupé cuando fui encausado, aunque me ocasionó un enorme disgusto, y tampoco me preocuparía si fuese apelado porque creo fervientemente en la justicia y sé de mi más absoluta inocencia".

También ha dicho que no cree que existiera intención de criminalizarlo en este proceso judicial sino que "había que investigar lo que constituye un complejo caso", en el que la judicatura y el ministerio fiscal están actuando, en su opinión, de forma "impecable" en el ejercicio de sus responsabilidades.