La Región de Murcia, junto al resto de comunidades autónomas, están ya administrando, de forma generalizada, la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus entre los usuarios y trabajadores de residencias de mayores y centros de personas con discapacidad, lo que, en teoría, significaría la inmunización total frente al coronavirus.

Pero lo cierto es que la inoculación de la segunda dosis no garantiza al 100% que estos usuarios no vayan a contraer la enfermedad. Fuentes del Gobierno regional avisan de que siempre existirá un pequeño margen por el que estas personas, aun estando vacunadas, pueden contraer el virus.

Desde la farmacéutica Pfizer aseguran que una vez administrada la segunda dosis de su vacuna, en un plazo de diez díaz se adquiere la inmunidad, pero las mismas fuentes del Ejecutivo murciano sostienen que esta 'inmunidad' -que puede ser del 95%- se puede llegar a obtener bastante antes: hasta unos tres días después de haberla recibido.

La información que hay disponible hasta ahora indica que la vacuna protege de la enfermedad, pero lo que todavía se desconoce, porque falta tiempo de vacunación por delante, es si protege también de la infección. De esta forma, la persona que ha sido vacunada puede estar en contacto con el virus y no desarrollar la enfermedad porque está vacunado, pero puede infectarse y transmitirlo a otras personas.

Por este motivo los sanitarios y científicos resaltan la importancia de tener en cuenta que, aunque se esté vacunado, las medidas de protección se tienen que seguir manteniendo, por lo menos, hasta que se llegue al 70 % de cobertura vacunal, que es la que permitiría empezar a decir adiós a la pandemia. Entre los efectos secundarios más comunes tras la administración de la dosis, los más normales podrían ser fiebre, sensación de cansancio y dolor en la zona de administración.

Asimismo, una vez puesta la primera dosis, es necesaria la segunda para una protección adecuada y para aumentar la calidad de la respuesta protectora.