Todos aquellos comercios y negocios con atención presencial al público que no sean considerados esenciales tendrán que cerrar a partir de mañana a las ocho de la tarde. La tercera ola de la pandemia del coronavirus sigue golpeando fuertemente a la Región de Murcia y, ante el disparo de casos registrado desde que se relajaron las medidas de cara a los días de Navidad, el Gobierno regional ha decidido dar un paso más y decretar la suspensión de la prestación presencial de servicios al público a partir de las 20.00 horas.

A excepción de servicios sanitarios, farmacias, gasolineras, supermercados o comidas para llevar, el resto de comercios tendrán que echar la persiana para protegerse frente al coronavirus. Así, diferentes espacios como centros comerciales, gimnasios, salas de apuestas o cines, entre otros negocios, se verán afectados. Esta nueva normativa, que entrará en vigor a partir de esta medianoche, contempla que algunos comercios puedan preparar distintos bienes de primera necesidad, entre los que se incluyen prendas de ropa, para su recogida en los propios establecimientos.

A expensas de que el Ejecutivo murciano tenga autorización para imponer medidas más duras, como el adelanto del toque de queda o el confinamiento domiciliario por municipios o barrios, con esta nueva restricción, que se aprobó ayer en el seno de la reunión del Comité de Seguimiento de la covid en la Región y que se va a aplicar en todos los municipios de la Comunidad, se pretende restringir la movilidad de toda la población para tratar de frenar el aumento de positivos.

«Se trata de disminuir la movilidad lo máximo posible para que la curva de incidencia descienda de la forma más brusca posible», aseguró ayer durante su comparecencia el consejero de Salud, Manuel Villegas, quien indicó que con esta medida se pretende que la actividad en las calles a partir de las ocho de la tarde sea lo más reducida posible.

Asimismo el consejero confirmó que esta restricción no afectará a la actividad lectiva y docente que se desarrolle a partir de las ocho de la tarde en la Región, como clases en las universidades o en centros e institutos en horario nocturno.

«Afrontamos una situación casi de emergencia. Es importante asumir que tenemos que quedarnos en casa. Es la medida más eficaz si queremos reducir los contagios en estos momentos tan complicados», señaló Villegas.

Vistas las cifras medias regionales, y en función de lo establecido en el documento que elaboró el Gobierno regional y que sirve de baremo para medir la situación epidemiológica en la Comunidad, se mantiene la fase 2 del riesgo asistencial en la Región «al tener una ocupación muy alta de los dispositivos asistenciales por personas afectadas por covid-19, lo que genera dificultades para mantener una atención asistencial normalizada respecto al resto de patologías», explicó el consejero.

Villegas volvió a resaltar que por el momento el Gobierno de España no se plantea imponer de nuevo un confinamiento estricto como el vivido en marzo y abril en nuestro país, pero sacó pecho de la gestión de la pandemia en la Región para tratar de frenar el aumento de los positivos estas semanas: «Las medidas impuestas hasta ahora en la Región, como que las personas que no sean convivientes no se puedan reunir, es prácticamente un confinamiento de lo más estricto», manifestó. Así, el responsable del departamento de Salud indicó que espera que, si la gente cumple con las restricciones impuestas hasta ahora en la Región, a lo largo de la semana se pueda ver que la curva de casos se frena y se logre vencer a la tercera oleada de la pandemia.

Solo dos municipios 'se salvan' de estar en riesgo extremo

Durante la reunión del Comité de Seguimiento de la covid también se aprobó que Alhama de Murcia, Mazarrón, Totana, Puerto Lumbreras y Ojós pasasen a un nivel de riesgo extremo ante el riesgo de transmisión del virus, uniéndose a los 38 municipios que estaban en esta misma situación la pasada semana. Así, a excepción de Aledo -en nivel de transmisión bajo- y Librilla -en nivel de transmisión muy alto-, todas las localidades de la Comunidad están en el nivel más alto de transmisión. Solo en estas dos localidades que presentan mejores datos epidemiológicos se sigue permitiendo la actividad hostelera y de restauración en terrazas con un aforo máximo del 75%. Aunque en la teoría tanto Aledo como Librilla se salvarían del cierre perimetral, al limitar con municipios que sí lo están, todas las localidades de la Región están cerradas perimetralmente.