Los bancos siguen mirando con lupa los proyectos inmobiliarios antes de decidirse a financiar la construcción de nuevos edificios y exigen que las empresas tengan compradores confirmados para la mayoría de las casas.

Los requisitos impuestos por las entidades financieras para asegurarse la solvencia de las operaciones en las que se embarcan en estos momentos de incertidumbre están obligando a las empresas a ajustar sus proyectos de construcción a unos criterios más estrictos, según explicó el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región (Apirm), José Ramón Blázquez.

Aunque en la situación actual no hay problemas de liquidez y el mercado financiero está funcionando con agilidad, «el endurecimiento de las condiciones bancarias» unido a «la prudencia de los promotores» está condicionando la puesta en marcha de nuevas promociones. No obstante, durante el pasado año se ha mantenido el ritmo del ejercicio 2019.

Según explicó Blázquez, las condiciones impuestas por las entidades bancarias no permiten conseguir financiación para ninguna obra hasta que está vendida la mayor parte de las viviendas, entre otros requisitos que aseguran la solvencia de la operación.

Ante la incertidumbre creada por la pandemia y las dificultades de los jóvenes para conseguir los ahorros necesarios para comprar una casa, José Ramón Blázquez defiende la puesta en marcha del aval que están reivindicando varias comunidades autónomas, entre ellas Murcia, con el objetivo de facilitar el acceso a la primera vivienda. Los promotores quieren que los avales sean garantizados por una aseguradora para poder abrir esta vía alternativa de financiación.