La Región se está convirtiendo con paso firme en punta de lanza de la tecnología Blockchain en España. Desde su origen en 2008, diferentes delegaciones de consorcios, asociaciones e incluso empresas están promoviendo el uso de la cadena de bloques en la Comunidad.

El año 2021, pese a la crudeza de las sucesivas olas covid, está llamado a ser un punto de inflexión en la penetración del Blockchain en la Comunidad.

Esta tecnología permite el intercambio de valor entre dos o más participantes a través de códigos y algoritmos de consenso que la convierten en un medio excepcionalmente seguro e inmutable.

La consultoría especializada en tecnología de la información, Factoría Blockchain, ha asegurado a La Opinión que este verano se pondrá en marcha la primera red blockchain con capital y desarrolladores murcianos. El CEO y socio fundador de esta consultoría, Antonio Pérez, explica que la red, que estará compuesta por doce nodos, tendrá varias finalidades, «una de ellas es que alojará servicios OCR (reconocimiento óptico de caracteres); por ejemplo, si una empresa emite 100 facturas y gestiona partes de trabajos, todo eso podrá ser automatizado con garantías». La mejora de la gestión documental de cualquier entidad no será la única funcionalidad. Esta red se constituirá como una alternativa a las ya existentes. «Los clientes que quieran contratar servicios de Blockchain podrán alojarse en nuestra red en vez de hacerlo en la red de Amazon o IBM», señala Antonio Pérez que también quiere enfocarla hacia las universidades, «que suelen alquilar horas de computación para entrenar los algoritmos que hacen que funcione la inteligencia artificial».

Uno de los objetivos de Factoría Blockchain es convertir a la Región es una comunidad pionera en el uso de estos servicios: «Uno de nuestros productos, que sabemos que tendrá una gran repercusión, es Agrosmart que puede medir toda la trazabilidad de una lechuga desde que está sembrada hasta que llega a un supermercado; la clave es que la cadena de bloques garantiza que los datos de ubicación, trayectoria y su histórico son reales», señala Hernández.

Otra de las misiones de la empresa es «hacer un lavado de cara a la Administración pública», no sólo para optimizar el trabajo de los funcionarios, sino para ayudar en la creación de las llamadas smart city, «por ejemplo en los sistemas de riego automatizado». En definitiva, «hablamos de una industria emergente que dará mucho que hablar en el futuro», asegura este empresario que matiza que todavía están en una fase didáctica, «entre nosotros decimos que estamos evangelizando» .

Otro acontecimiento que sitúa al año 2021 como una etapa revolucionaria para la implantación del Blockchain en la Región tendrá lugar dentro de pocas semanas: La presentación de una federación nacional vinculada a esta tecnología, una entidad que será liderada por el presidente de la Asociación BlockchainMurcia, José Hernández. «No sólo será una presentación a nivel nacional, sino que también será un evento digital muy importante», anuncia Hernández que declara que uno de sus objetivos será «fomentar la digitalización y la tecnología ya que Blockchain no sería posible sin ellas».

A pesar de que la tecnología nació como tal en 2008, el único antecedente a la federación que creará José Hernández es Alastria, una red nacional semiprivada y regulada cuyo objetivo es crear ecosistemas digitales de intercambio de datos e impulsar la transformación digital de los sectores industriales españoles.

«Ha llegado el momento de que nazca la federación; la pandemia ha impulsado la digitalización en las empresas, se ha acortado la brecha digital empresarial, y esta tecnología pertenece a la cuarta revolución industrial y a la segunda revolución digital junto con el Big Data o la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas», argumenta Hernández.

Cuando se le pregunta si esta tecnología puede suponer una herramienta efectiva par mejorar la sociedad tal y como la conocemos, José Hernández asegura que ésa fue precisamente una de las razones más poderosas para embarcarse en este proyecto, «no soy técnico ni ingeniero, sólo soy un amante de una tecnología que creo que va a cambiar el mundo a mejor; en una sociedad donde hay amiguismo y corrupción de manera casi normalizada, la cadena de bloques, (donde todo lo que subes no puede variar) supondría poner las cosas mucho más difíciles a quien no respeta las reglas que nos hemos dado». Hernández ofrece algunos ejemplos prácticos: si una universidad emitiera todos sus certificados por medio de Blockchain no podría darse la falsificación, los trámites en los procesos de licitación serían más robustos, y otro ejemplo evidente serían los procesos de votación, «con esta tecnología sería algo inalterable, y no sólo obtendríamos un sistema de votación seguro, o conoceríamos en tiempo real los resultados, sino que ahorraríamos muchos costes».

Uno de los motivos por lo cuales todavía no se ha aplicado la tecnología en estos campos es, según el presidente de BlockchainMurcia, «porque no interesa la transparencia real».

Otro de los hitos que podría empezar a ver la luz en este 2021 es la creación de un Observatorio del Blockchain en la Región. Ya se habrían establecido los primeros contactos con la Administración regional y la líder del ECO (Ecosistema local) de Alastria en Murcia, Maite Garrigós. «La respuesta de la Dirección de Nuevas Tecnología ha sido positiva, y también hay interesados varios catedráticos de la UPCT o la UCAM, pero la pandemia ha retrasado todo el proyecto», lamenta la responsable. Para la también CEO de Garrigós Consultores esta tecnología tiene que venir de la mano de otras, «creo que en un futuro primará una combinación del Big Data, el Blockchain, y la tecnología cuántica, entre otras».

Sobre el interés específico de la Región, Maite Garrigós nombra el sector turístico, «se está gestionando todo lo que tiene ver con la huella de carbono y las compensaciones energéticas». Además, señala que muchas agencias de viaje ya estarían ´blockchainizando' muchos procesos. Por supuesto, todos aquellos proyectos vinculados a la trazabilidad alimentaria e incluso sanitaria son, en opinión de Maite Garrigós, un factor muy atractivo para los empresarios murcianos no sólo por la transparencia de su actividad sino por su propia seguridad, «cuando hay una epidemia o te sale mal un lote te permite identificar muy rápido dónde está el problema; también hace casi imposible la picaresca de por ejemplo, cambiar las cajas de los tomates para pasar por españoles los que son de Marruecos».

Otro uso especialmente interesante para la Región sería «aplicar esta tecnología en la Confederación Hidrográfica del Segura, algo que ya le he planteado a su presidente Mario Urrea». Incorporar valor añadido al servicio del agua en una de las obsesiones de cualquier empresa o institución pública vinculada a la gestión del agua y la incorporación de Blockchain podría ser un revulsivo mediante la ´tokenización' de los derechos del agua o aportando seguridad y transparencia a la trazabilidad del recurso, algo crucial para la Planificación Hidrológica. Según Garrigós, en cuanto se homogeneice la base tecnológica de las redes, éstas se extenderán imparables en todos los sectores productivos.

Me parece muy bien pero ¿qué es y cómo funciona esta tecnología?

Dispone el lector de muchos sitios web con toda clase de definiciones, más o menos detalladas, sobre la tecnología Blockchain. Nos limitaremos aquí a manejar la descripción asequible que suele ofrecer en sus entrevistas Álex Puig, el fundador de Alastria: National Blockchain Ecosystem, el consorcio semiprivado de Blockchain más significativo de España y en el que están presentes más de 150 empresas; desde BBVA o Banco Santander hasta Telefónica y Repsol. Para Puig, la mejor forma de entender esta tecnología es pensar en una base de datos descentralizada que te permite transferir valor sin intermediarios entre dos particulares o dos empresas. Puede que se pregunte: ¿Cómo una mera base de datos puede considerarse una herramienta disruptiva en pleno siglo XXI? Es posible que la respuesta le suene un poco extraña, algo así como un ejercicio tautológico o un callejón sin salida: Porque no es sólo una base de datos.

Una base de datos clásica centraliza todos sus registros y ejecuta las acciones por un administrador: si usted envía un wasap a un compañero de trabajo no está estableciendo el contacto o la transferencia de forma directa, se lo está enviando antes a un servidor de la empresa; de hecho, como explica Álex Puig, sin Blockchain es imposible enviar algo (una unidad de valor como la entrada de un concierto o un certificado) a alguien por internet sin un intermediario, lo que implica costes, tiempo, inseguridad y dependencia.

Algoritmo de consenso

En el corazón de esta red de nodos está el protocolo de consenso; al no existir una autoridad central, la manera en la que todos se ponen de acuerdo sobre la validez de cada cosa que ocurre dentro de la red es crucial, sin esto, la tecnología no existiría ni tendría sentido. Existen varios protocolos, pero todos ellos comparten naturaleza y objetivo: un algoritmo capaz de certificar la verdad de lo que ocurre en la red de forma inviolable e inmutable, a prueba de falsificaciones o ataques externos.

Al final, Blockchain permite algo tan sencillo (y tan revolucionario e inédito) como trasladar del mundo físico al digital un acto tan cotidiano como entregar algo a alguien sin necesidad de acudir a un tercero. Una vez que existe la tecnología, las posibilidades de montar encima de ella aplicaciones útiles y rentables para interactuar a nivel personal, financiero o empresarial es algo que no tiene límites .

A día de hoy todavía existe mucha confusión con los conceptos de reciente creación y gran impacto como los que tratamos aquí. Hay quien confunde el bitcoin o el etherium con la tecnología que las hace posible, quien piensa que todas las criptomonedas tienen que usar Blockchain, o que ésta es la única cadena de bloques que existe. Nada de eso es cierto. Tampoco lo es que sea barata, sus costes son altísimos. Otro error es pensar que son públicas, pero todas las grandes empresas tendrán su red privada. Uno de los prejuicios más notorios es creer que es sólo es una moda pasajera (como antes se creyó de Internet). Pese a los fracasos, que los habrá, como ocurrió con la burbuja puntocom, la tecnología o su evolución sobrevivirá y se impondrá.