Tras cinco horas y media de reunión y un extenso diálogo en el que han participado tanto rectorado, decanos, profesores, personal de servicios y estudiantes, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia ha acordado por unanimidad aplazar los exámenes presenciales de la convocatoria de enero dos semanas a partir del próximo lunes 18 de enero. Las pruebas que hasta ahora estaban programadas para realizarlas online mantendrán sus fechas señaladas.

Las posturas de unos y otros llegaban enfrentadas a uno de los debates más importantes que ha tenido este órgano universitario en los últimos años. La gravedad de la situación epidemiológica en la Región de Murcia y la presión de la comunidad estudiantil para adoptar una decisión que permitiera otorgar más seguridad a un periodo de exámenes que reunía a miles de universitarios cada día en los campus obligaba a cambiar el rumbo de las decisiones tomadas a lo largo del curso sobre cómo debía ser esta convocatoria de enero.

Todos han hablando, los cerca de 60 miembros del Consejo de Gobierno de la UMU, y han sido los decanos los que han confirmado que hasta ahora los protocolos de seguridad han funcionado en los facultades de la Universidad. Pero el problema se encontraba en un contexto alejado de la actividad en estos centros: la movilidad, las posibles aglomeraciones, el relajamiento de las medidas tras terminar los exámenes... Los miembros del órgano directivo han aceptado que la universidad "no vive en una burbuja", señala una fuente consultada, y que la institución debía adoptar una decisión que tranquilizase a un sector de la población, los jóvenes de entre 18 y 25 años, que son los que más están sufriendo la incidencia del virus tras las vacaciones de Navidad.

La decisión, que se adopta sobre todo ante las numerosas dificultades que se han registrado entre los estudiantes para poder desplazarse hasta los campus universitarios de la UMU, obligará a readaptar el calendario del segundo cuatrimestre del curso académico. El criterio con el que partían los representantes de los estudiantes no ha llegado a imponerse, al no acordarse el cambio de modelo de los exámenes a online, pero sí aplazar unas pruebas durante dos semanas que buscará esquivar el pico máximo de contagios de la tercera ola.

De esta forma, el aplazamiento daría un respiro a la situación epidemiológica adversa que se podría encontrar la Universidad durante estas semanas. Las facultades retomarán en un principio dichas pruebas a partir del 1 de febrero, fecha en la que estaba prevista que comenzara el segundo cuatrimestre. El propio Comité Técnico Asesor Covid-19 de la Universidad de Murcia señalaba en su último informe que "el número estimable de personas de la comunidad universitaria infectadas en este momento es muy alto".

Los exámenes seguirán el mismo orden establecido a partir del primer lunes de febrero y el rector José Luján ya ha comunicado a la comunidad estudiantil que esto obligará a retrasar el inicio de las clases a mover de fecha las convocatorias de exámenes de junio y julio, cuya programación se hará más adelante.

Entre profesores y representantes de las facultades se ha puesto encima de la mesa la posibilidad de dejar vía libre a cada docente para que pudiera modificar el modelo de su examen para pasarlo a online, pero la opción no ha tenido más recorrido al entender que ocasionaría un caos organizativo que acabara despistando a los alumnos. El decano de la Facultad de Letras, Pascual Cantos, ha sido el primero en lanzar la propuesta que finalmente ha convencido al resto del Consejo de Gobierno: paralizar la convocatoria de enero dos semanas.

Con todo, los miembros del Consejo han acordado también reunirse la próxima semana no solo para evaluar si es pertinente o no retomar los exámenes a partir del 1 de febrero o dejar una semana (tres en total) en función del desarrollo de la pandemia en la Región de Murcia, sino tomar decisiones sobre la actividad docente de cara al inicio de las clases el próximo mes, ya que en la reunión de hoy no había capacidad normativa para hacerlo.

Esta reunión tenía como punto del día analizar cómo se han desarrollado los exámenes en esta primera semana de la convocatoria de enero, algo que todos los decanos han estado de acuerdo en señalar que no ha habido incidencias por aglomeraciones ni problemas en las aulas. Pese a ello, la decisión de aplazar las pruebas ha sido bien recibida por todos y una frase del decano de la Facultad de Química, Pedro Lozano, ha marcado la línea general de la postura tomada: "La idea es congelar la actividad de evaluación presencial de la Universidad".