El presidente de la patronal hostelera murciana, Jesús Jiménez, ha dicho este lunes a Efe que con el cierre de la hostelería y el confinamiento perimetral en 36 municipios decretado desde mañana para limitar contagios de coronavirus en esa comunidad se sobrepasarán sus cálculos de cierres en el sector, que se acelerarán hasta acabar en verano con el 30 % de los bares y restaurantes abiertos antes de la pandemia.

Tras reiterar su opinión tras los dos cierres anteriores decretados de que este tercero va "a llevar la ruina a los pocos que quedan en pie y los va a obligar a tirar un montón de mercancía, porque se cierra de forma sorpresiva", ha recordado que hasta el pasado octubre había bajado la persiana de forma definitiva en la comunidad un 15 % de los negocios del sector.

"Esperábamos no superar en este 2021 el 25 %, pero por desgracia se va a superar con esta medida casi para el 100 % de la población de forma incomprensible, que no se la cree ni el propio Gobierno que la toma", ha afirmado.

Si la hostelería es el problema, "la cerramos el tiempo necesario hasta que la pandemia se supere, pero que la eximan de cualquier pago y permitan a sus negocios estar parados ese tiempo, pero hay que pagar IVA, sociedades, alquileres, tasas, seguros sociales... cuando apenas hemos podido trabajar unos días estas Navidades y las empresas no tienen oxígeno. Es injusto", ha añadido.

En su opinión, el Gobierno central ha transferido al murciano 258 millones de euros con los que se puede hacer un plan de rescate al sector paralizado, cuando en Navidad se amplió el horario del toque de queda y el número de personas permitidas en reuniones familiares y no se restringió el resto de actividad comercial no esencial ni el transporte, se queja.

"Ahora la universidad va a hacer exámenes, con transportes y clases colapsadas, pero lo único que afecta al covid-19 es la hostelería, según el Gobierno, que nuevamente se equivoca y sus técnicos no son capaces de gestionar esta pandemia ni política ni sanitariamente", ha añadido.

Además, ha concluido, con el confinamiento perimetral "no hay clientes, los niveles de ocupación están por los suelos y es necesario que el Gobierno se implique de verdad. Es indignante que no haya contrapartidas al cierre".