Hostemur acusa al presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, de «arruinar» a los bares y restaurantes de la Región con las restricciones impuestas durante la Navidad y con el cierre del interior de establecimientos en los 22 municipios que vuelven a estar confinados a partir de este sábado, mientras que ha evitado las limitaciones a las familias, porque podían quitarle votos. El presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, alertaba ayer de que muchos establecimientos no van a poder superar las pérdidas que han sufrido, ya que el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas les priva incluso de los ingresos que podrían obtener con el reparto de cenas a domicilio.

Tras la aprobación de las nuevas restricciones, que afectarán al 80% de la población regional, Hostemur ha pedido la dimisión del equipo encargado de gestionar la crisis sanitaria, al que tacha de «infantil» y acusa del repunte de los contagios, a pesar que de los establecimientos tuvieron que cerrar a las 18.00 horas en Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo, el 5 de enero y Reyes. «Los que nos gobiernan han demostrado su ineptitud y su incompetencia. Sabían perfectamente lo que pasaría y, a pesar de ello, machacaron a la hostelería, pero flexibilizaron las reuniones familiares, llevando a la Región al límite sanitario actual», manifestó Jesús Jiménez.

Añadió que el Gobierno ha evitado «decirle a la sociedad que no iba a tener Nochebuena y Nochevieja para no sufrir un coste electoral». El presidente de la patronal hostelera insistió en que los contagios que han llevado al endurecimiento de las restricciones no se han producido en los bares y restaurantes, sino en «los encuentros familiares, en las fiestas privadas y en los botellones». Recuerda que «mientras se cerraba la hostelería la víspera de Reyes a partir de las 18.00 horas, los centros comerciales estaban a reventar».

Jesús Jiménez se pregunta «de qué sirvió cerrar la hostelería por las noches, si proliferaron las fiestas privadas abarrotadas y los botellones». A su juicio, muchos establecimientos no podrán superar las pérdidas que han sufrido, porque «enero y febrero son los peores meses del año» y no resistirán. Además, los establecimientos que tienen que conformarse con servir comidas para llevar ni siquiera podrán repartir cenas después del toque de queda, que se ha adelantado una hora.

Nuevo cerrojazo. Las empresas volverán a mandar a sus empleados al ERTE

Los establecimientos de hostelería volverán a acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) mientras se vean obligados a dejar de recibir clientes en el interior y solo puedan atenderlos en las terrazas, según apuntó el presidente de la patronal regional (Hostemur), Jesús Jiménez. Según sus previsiones, el cierre puede durar al menos tres semanas. Aunque el paraguas de los ERTE ha permitido mantener el empleo a pesar de los estragos causados por la pandemia en el sector, la patronal considera que las nuevas restricciones destinadas a contener la tercera ola supondrán «la muerte del tejido empresarial hostelero».