Las nuevas medidas restrictivas para tratar de frenar el avance de la pandemia del coronavirus en la Región vuelven a afectar, una vez más, al sector de la hostelería. Con las nuevas restricciones que anunció ayer el Gobierno regional y que se harán efectivas esta medianoche, se vuelve a imponer el cierre interior de la hostelería y la restauración en los 22 municipios con mayor incidencia del virus -entre los que se incluyen Murcia, Cartagena, Lorca y Molina de Segura-, a excepción de los servicios de comidas para llevar y la actividad de las terrazas -que se mantiene al 100%-.

Esta restricción afectará también a las secciones de restauración y hostelería de casinos y casas de apuestas, tal y como anunció ayer el presidente del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, quien indicó que las restricciones «no son distintas a las que se ponen en marcha en cualquier región».

En los municipios de Caravaca de la Cruz, San Javier, Blanca, Águilas, Torre Pacheco, Bullas, Campos del Río y Fuente Álamo, al estar en un nivel de alerta muy alto de transmisión del virus, se permitirá hasta el 30% del aforo interior en bares, cafeterías y restaurantes. Al 50% de ocupación en el interior estarían Totana, Alcantarilla, Abarán, Cehegín, Puerto Lumbreras, Beniel, Alhama de Murcia, Archena, Mazarrón y Librilla. Y, por último, con un nivel de alerta bajo, y una ocupación máxima del 75% en el interior de estos negocios, estarían Pliego, Calasparra, Ulea, Ojós y Aledo.

La hostelería regional no ha logrado todavía 'remontar el vuelo' después de las distintas medidas que se han impuesto desde el inicio de la crisis sanitaria en la Comunidad. De hecho, desde Hostemur se han mostrado siempre críticos con la gestión del Ejecutivo murciano, que «ahoga» a los profesionales del sector, según ha reiterado en varias ocasiones su presidente, Jesús Jiménez.

Por su parte, la portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, criticó que, con las nuevas restricciones aprobadas por la Comunidad, «se vuelve a castigar a la hostelería y el turismo por la irresponsabilidad del presidente del Gobierno regional» cuando en esta ocasión «es obvio que no han sido los causantes de los contagios».

Tal y como señaló Marín, «los datos apuntan a que el foco de propagación de la enfermedad durante estas fechas ha estado en el ámbito familiar». La diputada denunció que fue el Gobierno regional de López Miras el que «presionó para rebajar las exigencias del Ministerio de Sanidad, ampliar de 6 a 10 el número de personas en las reuniones familiares y extender la hora del toque de queda».