La Fundación Jesús Abandonado ha aumentado su asistencia de forma general en 2020 debido a la crisis generada por la pandemia, aunque el volumen de trabajo ha sido diferente en cada servicio. Así, por ejemplo, la demanda de su comedor se multiplicó por cuatro a partir del confinamiento respecto a otros años.

No obstante, las limitaciones sanitarias llevan a esta organización humanitaria a que su centro de acogida se encuentre ahora mismo al 60% de capacidad, ya que no es posible ofrecer más plazas, según ha hecho saber el director de Jesús Abandonado, Daniel López. Al ser preguntado por el balance anual de la institución, López ha reconocido que el año 2020 ha sido «muy duro» y la pandemia, con la crisis que ha generado, ha afectado especialmente a las personas más vulnerables.

«Eso ha obligado a que las organizaciones sociales, como la Fundación Jesús Abandonado, hayamos tenido que hacer un esfuerzo extra para responder en un contexto extremadamente difícil marcado por la necesidad de aplicar numerosos protocolos de prevención y atender una demanda mayor de nuestros servicios», ha remarcado López. En este sentido, recuerda que Jesús Abandonado no ha dejado de atender a las personas que lo necesitaban ningún día del año: «Hemos estado con ellos los 365 días gracias al trabajo y la implicación de 75 trabajadores y la colaboración de más de 400 voluntarios para ofrecer un servicio integral que abarca todas las áreas: formación y empleo, vivienda, comida, higiene y atención sociosanitaria».

Jesús Abandonado ha atendido en el comedor social a un total de 2.035 personas este año y el número de servicios es 214.559 incluyendo almuerzos y cenas (146.844) y refuerzo con bocadillos (67.715). Además, más de 80 usuarios acuden semanalmente al centro de día; los alumnos de sus programas de formación son más de 300; el servicio de enfermería ha atendido a más de 260 personas; y la Fundación ha ofrecido más de 23.600 servicios de ropería y ducha.

Asimismo, cerca de 200 personas han utilizado y utilizan el centro de acogida; más de 40 personas son atendidas diariamente en su servicio de calle; y más de 5.300 personas han utilizado el servicio de orientación y asesoramiento de esta institución.

«Las cifras han aumentado respecto a otros años, pero en la crisis de 2008, la actividad y la cronificación fueron mayores», remarca López, quien recuerda que en el 2008 la crisis fue económica y, en estos momentos, la crisis es sanitaria: «Es cierto que la actividad económica ha descendido, pero en el año 2008 prácticamente se paralizó por mucho tiempo». Respecto al perfil de la persona que acude a Jesús Abandonado, López ha puntualizado que se atiende a perfiles «muy diversos, que van desde la persona que está en la calle sin recursos hasta las que pasan por el centro de formación para obtener una cualificación».