El Brexit ha acabado con el bloqueo en las comunicaciones con Reino Unido. Tras el colapso que se produjo en vísperas de Navidad, después de que Francia cerrara las conexiones marítimas para impedir la propagación de la nueva cepa británica del coronavirus, el tráfico de camiones a través del Canal de la Mancha se ha normalizado, a pesar de las nuevas trabas aduaneras en vigor desde el 1 de enero, según informó ayer el presidente de la patronal regional del transporte Froet, Pedro Díaz. Los primeros camiones procedentes de la Región que han atravesado los pasos fronterizos entre Francia y Gran Bretaña después de la consumación del divorcio entre Londres y Bruselas han accedido a territorio británico sin dificultades.

De momento, la Administración británica no está exigiendo ninguna licencia especial a los vehículos procedentes de España y del resto de países de la UE. La única novedad es que «los conductores deben presentar ahora su pasaporte» para poder entrar a un país que ya no forma parte de la Unión Europea, mientras que las gestiones aduaneras se están realizando con agilidad de «forma telemática», tanto en el lado británico como en el francés.

Según los cálculos del presidente de la Froet, el domingo empezaron a llegar a Reino Unido los primeros camiones procedentes de la Región que accedieron a suelo británico tras la entrada en vigor de los nuevos trámites aduaneros impuestos por el Brexit.

Aunque Francia sigue exigiendo una PCR o un prueba que permita descartar el coronavirus a los conductores que acceden a los pasos fronterizos, Pedro Díaz aseguró que el Gobierno inglés ha habilitado un elevado número de equipos en las carreteras que conectan Londres con el puerto de Dover y el acceso al Eurotúnel, por lo que no se están produciendo las aglomeraciones que se preveían. Sin embargo, desde el día 20 de diciembre hasta finales de año permaneció colapsado el tráfico de Reino Unido a Francia, lo que obligó a los conductores a esperar en las cunetas de las carreteras sin ningún servicio hasta que se descongestionó el paso al continente.

También las empresas exportadoras están sorteando con agilidad los nuevos trámites aduaneros que impone el Brexit. Según explicó Pedro Díaz, muchos almacenes disponen de una autorización LAME que les facilita las certificaciones de sus productos.