Estos profesores ya no buscan la tiza y el borrador en sus clases, aunque declaren que siempre es útil tenerlos a mano, ahora más que nunca ellos y su gran sobreesfuerzo encuentran en internet «otras mañas» para poder captar la atención de sus alumnos, que les esperan al otro lado de la pantalla. El traspasar esa lente y ser capaces de conocer y adaptarse a la situación personal de sus estudiantes es lo que estos tres grandes docentes de la Región llevan por bandera. José Blas García cuenta con más de 24 mil seguidores en Twitter donde trata de «inspirar y servir de altavoz» a sus alumnos y a toda la comunidad en general que se interesa por sus publicaciones.

«Yo soy maestro, no ´influencer', soy una persona que ayuda a otros a reafirmar lo que ya conocen». Como profesor de matemáticas del instituto Juan Carlos I siempre ha tenido claro que las clases online deben ser para que el alumno sea «su propio creador de contenido». Para que sus alumnos se desenvuelvan educativamente desde un espacio que ellos dominen, se le ocurrió crear una cuenta de Instagram interactiva para su clase. «No se trata de que se cierre el candado con el aula y la clase se quede entre cuatro paredes, sino de que el alumno te lleve en su bolsillo». De esta forma, lo que este profesor enseña pasa a formar parte de la vida del alumno. «Que le deje huella haciendo fracciones me vale muy poco yo quiero comprender a los estudiantes a nivel personal», declara.

Antonio Bernabeu es otro de los profesores que, a pesar de considerarse «un maestro de lo más normalito», comenzó a interesarse por el uso de las tecnologías en las aulas hace cinco años. Sus redes sociales con más de 10 mil seguidores las utiliza para «compartir ideas y empaparse» de lo que hacen otros ´profes'. A través del hasgtag #ClaustroVirtual todos los que forman parte del mundo educativo publican con sus ´tuits' proyectos o ideas útiles para este «team virtual». Antonio Bernabeu es docente en el colegio Campoazahar de Santomera, donde junto con otros profesores comenzaron a «remover el cole en digital» hace un par de años y ahora sus alumnos «apenas han notado la diferencia porque ya estaban acostumbrados a lo online».

Durante los meses en casa, para poder dar sus clases de educación física, aprovechó los retos que se hacían virales en internet. De esta forma, Bernabeu creaba «una clase virtual de entorno seguro» en ´Flipgrid' cada semana donde los niños subían sus vídeos haciendo diferentes actividades. « Siempre implicaban algún movimiento y hasta podían participar con su familia». En sus clases, este profesor intenta servir de ejemplo a sus alumnos y formarles en el buen uso de las redes sociales e internet «siempre con cabeza». «No se trata de conocer muchas tecnologías, sino de conocer bien las que uses», añade.

Por su parte, la profesora de Educación en la Universidad de Murcia Linda Castañeda considera su red en Twitter de 16 mil seguidores «un lugar de aprendizaje personal». Lo utiliza para sus reflexiones sobre lo que es su vida: la educación y la tecnología.

Esta docente más que acostumbrada ya a las clases en red declara que «en estos momentos hay que ser conscientes de la situación actual de los estudiantes». La tecnología no es difícil, lo complejo y en donde esta la clave del éxito es «en cambiar el chip». Dar un paso más y formar parte del cambio por ti mismo es lo que esta profesora universitaria trata de enseñar a su alumnos diariamente. «No hay que ser experto para utilizar las redes sino saber para que las voy a utilizar». Al final, «el cómo aprendes tú solo depende de ti», apunta Castañeda.