El confinamiento de este 2020 ha tenido dos consecuencias curiosas con respecto a la venta en los pequeños comercios. Durante las semanas en casa, una de las actividades a las que la inmensa mayoría dedicó gran parte de su tiempo fue a la cocina. Tanto tiempo libre dio pie a poder innovar con recetas originales y, por supuesto, nuevas tartas, bizcochos u otras opciones de repostería. Pero tanto comer ha tenido sus consecuencias, y se han dejado ver en la venta de ropa, tanto es así que los comerciantes destacan la cantidad de personas que han tenido que renovar su armario de invierno tras coger peso durante el confinamiento: «Es normal, la gente que ha cogido peso no ha tenido más remedio que venir a comprar ropa de abrigo de tallas más grandes», relata de forma anecdótica Carmen Piñero. Respecto a esa adquisición de nueva ropa, la presidenta de la Federación de Comercio de la Región de Murcia (Coremur) aboga por «elegir bien dónde te la compras; es una elección importante», explica Piñero, quien pide a los murcianos que hagan «un consumo responsable para que nuestra forma de vida en esta Región se mantenga igual».

Otra de las consecuencias del confinamiento se ha dejado ver en el sector textil de hogar y decoración, que ha visto cómo han aumentado sus ventas: a nivel nacional, incluso, un 25 por ciento. Así lo asegura Santiago Vera, quien ve la causa en que «al estar tanto tiempo encerrados, la gente se ha dado cuenta de lo que tiene realmente en su casa y se ha puesto a cambiar sofás, colchones€». Pese a todo, matiza el presidente de la Federación Murcia Área Comercial (Femuac), «eso no significa, ni mucho menos, que se hayan recuperado las pérdidas por los dos meses de cierre».