La Asociación Animay presenta el libro Vivir es cuidar, cuidar es vivir, en el que participan un conjunto de profesionales de distintas áreas y cuyo trabajo ha sido coordinado por el director del centro de día, Juan José Gómez, quien asegura que «cuidar de nosotros y de los demás es la tarea más humana, más necesaria y más urgente que todos hemos de realizar, ya que la vida de las personas es vulnerable, voluble y presenta circunstancias limitantes y sufrientes que reclaman nuestras mejores cualidades humanas».

El libro contiene una serie de fotos que constituyeron la exposición Bellas artes del corazón para cuidar, realizadas por Imagen Fotógrafos, y los textos de la misma exposición, realizados por el musicoterapeuta Domingo Pérez.

Una obra que trata, en definitiva «de servirnos de distintas disciplinas y experiencias para madurar a nivel personal y social en una mirada más cuidadora, solidaria, humanizada y comprometida hacia la realidad de vulnerabilidad y adversidad que define, condiciona y describe la esencia misma de la vida humana».

En primer lugar, ¿cómo surge esta idea?

Participan profesiones del mundo de la ética, del acompañamiento a nivel psicólogos, hay enfermeros. Tenemos incluso una paciente de cáncer que nos da su visión, a través de la escucha. También tenemos educadores como José María Toro, que nos enriquece desde el punto de vista de la pedagogía, una mirada nueva desde el corazón para cuidar desde el corazón.

Tenemos un 'clown' de la Arrixaca, así como la musicoterapia con un artículo de Domingo Pérez. En mundo de la geriatría también se ve representado, a través de Juan Dionisio Avilés, que de la Arrixaca y de María José Navarro, del Área IV de Salud del Noroeste. El oncólogo de la Arrixaca, Juan José Valverde, nos habla sobre la espiritualidad, como fuente de riqueza del ser humano, a la hora de hacer los cuidados humanizados. El psicólogo clínico, Fidel Delgado, también nos regala un taller de confianza para los cuidadores. Se trata de una mirada muy diversa y rica de los autocuidados a nivel personal y de los cuidados a nivel general.

Hablamos de cuidados de personas dependientes y también de autocuidados.

Cualquier person recibe como una gran llamada, una responsabilidad a lo largo de su vida, que es desarrollarse y cuidarse así mismo. Tenemos que tener con nosotros un compromiso de autocuidado, de autodesarrollo de nuestros talentos y cualidades, así como la disgregación de aquellas cosas que no nos van haciendo bien. Todo eso debe de ser lo más sanamente integrado en la persona para que nuestra vida la vayamos sacando para adelante, no solamente sobreviviendo, si no que dándole un sentido y un significado.

El cuidado empieza por uno mismo, por el encuentro con nosotros mismos para saber quiénes somos, y definirnos como personas que estamos en medio del mundo, no solo como espectadores, sino como protagonistas de nuestras propia vida. Y de ahí se puede predisponer de una manera más totalizante al cuidado de otras personas.

Cuando una familia tiene que hacerse cargo de una persona dependiente, ¿cuáles son las primeras dudas que surgen?

Las adversidades en la vida no avisan. La vida es como un gran regalo, que en su funcionamiento tiene un carácter profundamente vulnerable y frágil. Cuando se presenta la necesidad de cuidar a una persona, a las familias les pilla en la inercia que llevamos todos: de las prisas, de las necesidades de atender nuestros trabajos, los hijos.

La vida mucha veces nos pilla con nuestros planes hechos y las necesidades de cuidado nos producen una parada que nos cambia las prioridades, y esto nos pone en tela de juicio muchos asuntos. Las primeras dudas que surgen son: ¿ahora qué?, ¿qué hueco puedo tener yo para acompañar a mi familiar?, ¿dónde puedo acudir a recibir apoyos y qué va a ser de mí ahora que me tengo que quitar de unas horas de mi vida para atender a mi familiar?

En ese sentido se creó hace años una ley de dependencia en España. Es el cuarto pilar del Estado del Bienestar, que reconoce que hay muchos millones de personas que no pueden llevar su vida por sí solas, y se ha generado un amplio abanico de ayudas aún insuficientes. Estamos desarrollando todavía la enorme exigencia de personas dependientes que necesitan recursos.

También aparecen las obras fotográficas de una exposición.

Hace unos tres años, hicimos una exposición en la que tratábamos de redefinir determinadas cualidades que entraña el mundo de los cuidados, definiéndolas en términos de arte, por ejemplo: cuidarte, acariciarte, acompañarte, escucharte. Incidíamos en la parte de arte que tiene cada una de las dimensiones que entraña el mundo de los cuidados.

Lo hicimos como definición y en forma de imágenes. Durante un día estuvieron en el centro los fotógrafos de Imagen Fotógrafos, que nos plasmaron de forma cotidiana varias imágenes de cómo era la vida aquí en el centro y qué significa cuidar. Esas imágenes las plasmamos en lienzos y fue una muestro que hemos querido incluir en el libro.

¿Cómo se está viviendo esta situación de pandemia?

Empezamos el pasado 13 de julio, llevamos tres meses de cuidado y acompañamiento. Empezamos con mucha incertidumbre y con muchas dudas. Empezábamos el verano después del confinamiento, muchos mayores fallecieron, otros se tuvieron que dar de baja porque el confinamiento les generó una situación de deterioro y desorientación, así que algunos no pudieron volver.

Cuando nos dijeron que teníamos que volver, sin protocolos en principio, sin planes avalados por la autoridades sanitarias, para nosotros fue una situación de desasosiego y de cierto temor. Con el tiempo, la verdad es que los mayores nos están dando una gran lección, han integrado las mascarillas, la cierta distancia social, y estamos recuperándonos un poquito el carácter de chispa y alegría. Con todas las medidas el cuidado está siendo posible.

¿Cómo es el día a día del centro?

Empezamos a las nueve de la mañana con la acogida de las personas mayores en sus domicilios, y con la acogida de las personas que sus familias traen directamente al centro. Hacemos acogida y orientación a la realidad. Nosotros tenemos cuidado multiprofesional, cuidamos el físico, cognitivo, las relaciones, las emociones, así como la espiritualidad de la persona.

Y ya por último, ¿dónde podemos encontrar este libro?

Está a la venta en el propio centro de día, y también lo hemos dejado en las librerías Gran Vía, Librillos y Estanco de María Jesús. Se puede comprar por un donativo de 12 euros que irá destinado a los fines de la asociación.