La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en la Región inisiste en la seguridad de la vacuna contra el coronavirus. "Nunca la investigación de una vacuna había acumulado tantos recursos públicos y privados, de ahí la velocidad de su desarrollo. Según las evaluaciones de todas las agencias reguladoras del mundo, el proceso científico en su desarrollo tiene todos los estándares de calidad y la vacuna es segura en el corto plazo y eficaz para reducir los casos leves y moderados".

La asociación ha recordado que "no se conocen efectos adversos graves y su seguridad en el largo plazo necesita más estudios, siendo normal que se realicen una vez la vacuna está comercializada y se utiliza con millones de personas, como ha ocurrido con otras muchas vacunas y medicamentos. Su eficacia es elevada comparándola con otras vacunas: un 95% en términos relativos y expresado en términos absolutos hará falta vacunar alrededor de 120 personas para evitar un caso de covid (por ejemplo, en la utilizada vacuna contra el neumococo hay que vacunar alrededor de 600 personas mayores de 65 años para evitar que una de ellas ingrese por neumonía)".

Reconocen que al desconocerse su efectividad en el largo plazo aún no se sabe si serán necesarias vacunaciones de recuerdo. Además explican que "la vacuna tiene efectos secundarios leves y moderados (como todo medicamento y no muchos más que la vacuna de la gripe) como dolor e hinchazón en el lugar del pinchazo, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, escalofríos y fiebre en los 2 o tres días siguientes a la vacunación".

Con todo lo anterior, dada la gravedad de la pandemia, y que todas las medidas adoptadas hasta la fecha se han demostrado insuficientes, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en la Región apoya plenamente un programa de vacunación universal y recomienda a los ciudadanos que se vacunen cuando les corresponda, según el orden razonable de prioridad establecido por la Consejería de Salud, al considerar que los beneficios esperados en términos de salud individual y colectiva superan en mucho los posibles riesgos.

"Es importante que el programa de vacunación, para ser efectivo, incluya a colectivos vulnerables como inmigrantes no regularizados y personas sin techo, lo que requerirá estrategias específicas de captación. También creemos fundamental que, desde ya, nuestro país aliente una estrategia global que permita la vacunación de la población de países en vías de desarrollo, exigiendo a las multinacionales farmacéuticas precios justos de la vacuna, que contemplen tanto el esfuerzo de inversión pública realizado en su desarrollo como la importancia de evitar la especulación comercial con un problema de salud pública mundial que tanto dolor y sufrimiento ha generado", explican.

Además, consideran que la vacunación debe ser voluntaria, aunque no descartan que se deba instaurar su obligatoriedad dependiendo de su efectividad.