La Consejería de Salud permitirá a los visitadores médicos volver a trabajar a partir de principios de año, pero les exige que informen con dos semanas de antelación de los encuentros que han concertado en los centros de salud y en los hospitales para saber en cada momento dónde han estado, según se recoge en un orden publicada en el BORM. El departamento de Manuel Villegas pretende conocer así los encuentros que tienen concertados los más de 300 profesionales que hay en la Región para determinar «la trazabilidad de sus movimientos» y actuar con rapidez en caso de que se produzca algún brote de coronavirus.

Este colectivo profesional es uno de los que tuvieron que cesar totalmente su actividad en el mes de marzo, cuando se declaró el estado de alarma. Desde entonces han tenido vetada su presencia en los centros sanitarios de la Región, que durante estos diez meses han reducido también la afluencia de pacientes a las consultas e incluso han evitado las intervenciones quirúrgicas que no eran urgentes para no exponerlos al riesgo de contagio.

Además, un elevado número de centros de salud han trabajado durante meses exclusivamente con los pacientes con coronavirus, atendiendo al resto por teléfono o de forma telemática.

Ante el descenso de los contagios que se ha producido en las últimas semanas, Salud ha considerado que los visitadores médicos pueden volver a concertar entrevistas con los médicos, después de diez meses de parón.

Pero para poder acceder a los dependencias sanitarias deberán facilitar por adelantado su agenda del mes siguiente, con el fin de que la Consejería sepa en todo momento quién va a reunirse con los médicos. La orden publicada en el BORM establece que «el Servicio Murciano de Salud dispondrá de un calendario mensual de visitas establecido en su plan de contingencia».

Los profesionales agradecen la vuelta al trabajo, pero ven difícil que puedan planificar los encuentros con los médicos con tanta antelación, al considerar que las guardias y los turnos de los facultativos a los que quieren ver pueden cambiar.

Además, tendrán prohibida «la celebración de ágapes de trabajo o similar, ya que condicionan la utilización de mascarillas, mientras dure la obligatoriedad de su uso».

También deberán respetar en todo momento «las indicaciones y normas de régimen interno que ordene la Consejería de Salud o las que haya establecido la Dirección de los centros y servicios en los que se realice la actividad, especialmente en lo referente a distancia social, medidas adicionales de seguridad, horarios de actividad o visita, acceso y circulación por el interior».

Para evitar los contagios, tendrán vetados los movimientos por las zonas comunes para «impedir interferencias con la actividad asistencial del profesional sanitario». También tendrán vetado el acceso a «las plantas de hospitalización, el interior de los servicios de urgencias y en aquellos lugares del centro sanitario donde estén presentes pacientes, familiares o acompañantes, cafeterías, ascensores, escaleras, pasillos, aparcamientos y cualquier otro espacio público no habilitado para ello».