El mal uso de los medicamentos es un problema que, por lo general, afecta fundamentalmente a personas mayores con enfermedades crónicas. En estos casos, muchos de los problemas llegan relacionados porque a los pacientes se les olvida los tratamientos, dosis o frecuencia de consumo y tienen que llamar varias veces a sus médicos de cabecera para que les repitan la información. Es lo que los facultativos llaman las consultas burocráticas que les acaban sobrecargando de trabajo.

Una información por escrito que para las personas mayores es esencial, ya que la pueden consultar cada vez que se les olvide lo hablado con su médico. Sin esa hoja, los errores están aumentando.

Sin embargo, en la Región de Murcia el perfil del paciente que realiza un incorrecto uso de los fármacos es el de una persona de mediana edad, de entre 30 y 50 años, con acceso fácil a seguros privados y oficinas de farmacia en la que tienen una relación de confianza con los farmacéuticos.

Desde la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria piden respetar los indicadores de calidad de prescripción farmacéutica en atención primaria desarrollado por los médicos. Jesús Abenza señala que, por ejemplo, en el uso de ibuprofeno, el paciente tome una cantidad de 400 miligramos en vez de 600. En el caso del paracetamol de un gramo, pasar a una dosis de 650 miligramos para evitar efectos adversos con la medicación.