El secretario general de Cáritas Diocesana en la Región de Murcia, Juan Antonio Illán, califica este año de «extremadamente duro para las familias», y anuncia que, a falta de tener los datos definitivos del ejercicio, «la atención ha subido en torno a un 35 o 40 por ciento con respecto al año anterior». llán señala que ese aumento corresponde al mismo porcentaje de familias murcianas que estaban en el umbral de la pobreza según el barómetro de la fundación Foessa. «Aquellos que estaban en el alambre, esta crisis les ha hecho caer», dijo al respecto. Apunta que, debido a la crisis sanitaria, la ONG ha centrado sus esfuerzos en que las familias tengan acceso a alimentos y productos de higiene, en que puedan hacer frente las necesidades del hogar y los estudios de los más pequeños.

Illán explica que la prioridad ha sido «abastecer de una cesta de la compra básica a otros programas que habitualmente realizamos». «Si en 2019 destinamos el 21 por ciento del presupuesto a dar alimentos, productos de higiene personal y el pago de los gastos del hogar con cerca de dos millones de euros. Para 2020 rondaremos el 60 por ciento, lo que en cifras será más o menos unos 3,5 millones de euros», comentael representante de Cáritas.

Desde la organización reconocen que «las familias han pasado momentos muy complicados, sobre todo a finales de marzo y abril», coincidiendo con los meses más duros del confinamiento, periodo en el que Cáritas «ha multiplicado sus esfuerzos en todos los aspectos».

Conforme el confinamiento se suavizó, «las familias pudieron volver a trabajar y tener ingresos, por lo que notamos un descenso de peticiones de ayuda». Sin embargo, desde septiembre hasta hoy «el incremento de familias que han solicitado alguna ayuda a Cáritas ha ido aumentando de forma constante», apostilló.

Illán destaca en que «las administraciones se han visto desbordadas» por la crisis económica y social que ha provocado la situación sanitaria. En la misma línea, ha explicado que tanto el Ingreso Mínimo Vital (IMV) del Estado, como la Renta Básica de Inserción de la Comunidad y las ayudas de los ayuntamientos «no han llegado a tiempo» a todas las familias necesitadas de ingresos para salir adelante en «esta época complicada que vivimos».

Desde la ONG muestran su preocupación por la situación que viven las familias del Campo de Cartagena, Caravaca de la Cruz y la Comarca del Río Mula ,«donde hay mayor tasa de empleo sin especialización y son esos colectivos los más vulnerables y los más afectados».