El trato cercano y amable de un pilar fundamental del ámbito sanitario como es el sector farmacéutico ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la lucha contra la pandemia del coronavirus. Han sido precisamente las farmacias, sobre todo durante los meses más duros de confinamiento, esos lugares en los que por su proximidad y cercanía a la población se ha facilitado la información a los afectados, conformándose así en muchas ocasiones como la puerta de entrada de los pacientes al sistema sanitario.

Uno de los muchos ejemplos de esfuerzo y trabajo en este sector farmacéutico corresponde a Esther Belén Hernández, que ha desarrollado su labor profesional en su famarcia de Alcantarilla con el principal objetivo de ayudar a todo aquel que lo necesite, ya fuese dispensando consejo sanitario o medicamentos (tanto en la propia farmacia como a domicilio): «Estos son algunos de nuestros cometidos del día a día, con la única diferencia que con la pandemia todo se ha intensificado mucho más».

La labor informativa de las farmacias se vio apoyada con el desarrollo de un curso gratuito de infección por coronavirus destinado a los profesionales. Además, el fomento de las buenas prácticas para evitar el contagio, en especial en grupos de riesgo, fue otro de los propósitos a cumplir por las farmacias, donde también recibieron indicaciones acerca de cómo actuar ante casos sospechosos de contagio. La divulgación de información científica rigurosa y veraz entre sus pacientes sobre la enfermedad se confió al sector farmacéutico con la esperanza de alejar bulos y favorecer la educación sanitaria, tarea que hasta ahora han llevado a cabo con la máxima responsabilidad.

Al respecto es conveniente resaltar también el trabajo del Colegio de Farmacéuticos de la Región de Murcia, que durante todo el periodo de pandemia se encarga de proporcionar a las propias farmacias información a diario. También se dispone en la Región de almacenes de distribución que se preocupan de que el suministro de medicamentos sea el mejor posible manteniendo a las farmacias abastecidas. «El sector farmacéutico en general ha aunado fuerzas y ha sacado lo mejor de sí mismo para ponerlo a disposición de los ciudadanos, a quienes agradecemos las muchas muestras de cariño que nos han brindado durante estos meses», expresa Esther. La coordinación del sector farmacéutico con otros profesionales sanitarios ha sido una constante durante la crisis de la covid-19, lo que ha acabado traduciéndose en un mejor servicio para los afectados.

Como tantas y tantas farmacias repartidas no solo por la Región de Murcia sino por todo el territorio español, el negocio familiar en el que trabaja Esther Belén sí fijó como uno de los objetivos al comienzo de la pandemia el acompañar a sus pacientes hasta el final, y para ello había que dotar de equipos de protección personal a todos. Tras observar cómo evolucionaba la pandemia en otros países, decidieron adquirir batas, gorros desechables, guantes, gel hidroalcohólico y mascarillas para uso del personal de la farmacia. «Desde que apareció el primer caso en la Región ya utilizábamos material de protección. También realizamos separaciones para mantener la distancia de seguridad entre los pacientes, y nos dividimos en dos turnos de trabajo», explica Esther.

Otro de los objetivos de esta farmacia fue no perder su cercanía con el cliente a pesar de las medidas y restricciones. Para la farmacéutica «cada paciente es único y diferente, y sus necesidades, dependiendo del momento por el que atraviesa su vida, son diferentes». Por eso se propusieron atender esas necesidades colaborando con el paciente en todo lo que les competía».

Las primeras semanas fueron duras para esta farmacia, no estaban acostumbrados a trabajar con mascarilla y tuvieron que adaptarse a dar servicio a sus pacientes sin perder esa cercanía. «Ahora miramos hacia atrás y nos sentimos afortunados de haber colaborado. De cara al futuro, nuestro objetivo sigue siendo el de acompañar a nuestros pacientes hasta que la pandemia llegue a su fin», afirma Esther Belén Hernández.