La barriada de Vistabella, una de las más castizas de Murcia, veía este martes cómo miles de euros se repartían entre los vecinos de la zona. El 75981, cuarto premio de la Lotería de Navidad, se vendría en la administración conocida como ´Los Pelirrojos'. En total, una serie. Carmen María Roca, administradora de esta oficina junto a su esposo, se mostraba nerviosa a la par que feliz. Han vendido a vecinos «y a los que van al mercado» que cada jueves se instala en la avenida de la Fama, explican. Al lado de la oficina, una joven vende flores. «Ay, si me hubiera tocado a mí», suspira un hombre en silla de ruedas que pasa por la puerta. Con campanas verdes y espumillón dorado por Navidad estaban decorados los décimos, ya para El Niño, que colgaban de la administración, esperando dueño. El mismo número también se vendió en El Perolo, en San Pedro.

«A mí me toca todos los días, porque tengo salud y buenos amigos», comenta Marga García, de 70 años, vecina de Vistabella que explica que «en mi familia ha tocado el Gordo en tres generaciones». «¡Me debe tocar a mí también!», bromea la mujer, para añadir que prefiere que se lo lleve alguien que lo necesite de verdad.

«A mi madre le tocó hace 29 años y compró dos pisos y tres parcelas», apunta Marga, que destaca que «se siente una alegría muy grande» cuando la Fortuna le sonríe a uno en forma de Lotería. «Además, ella repartió con mucha gente que no tenía para comer», dice de su progenitora.

Esta vecina atribuye el hecho de que haya tocado la Lotería en el barrio al hecho de que «los pelirrojos traen suerte» y los dueños de la administración tienen dos hijos pelirrojos. «Son súper inteligentes, la hija toca el violín», apostilla.