Los jóvenes menores de 35 años que se compren una casa en cualquier pedanía de la Región con menos de 5.000 habitantes podrán conseguir las ayudas de hasta 10.000 euros que el Plan de Vivienda 2018-2021 limitaba hasta ahora a los ocho municipios más pequeños : Albudeite, Aledo, Campos del Río, Ojós, Pliego, Ricote, Ulea y Villanueva de Segura.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha anunciado un real decreto que modifica las condiciones establecidas en el Plan en vigor para extender las subvenciones a todos los núcleos de población con menos de 5.000 habitantes, aunque pertenezcan a municipios más grandes.
Sin embargo, los promotores ven difícil que las empresas se decidan a construir las viviendas subvencionadas para los jóvenes, porque su precio de venta no puede superar los 100.000 euros. El presidente de la Asociación de Promotores de la Región (Apirm), José Ramón Blázquez, da por hecho que esta fórmula tendrá que aplicarse sobre todo en la vivienda de segunda mano.
La modificación del Plan de Vivienda que fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 9 de diciembre amplía la posibilidad de construir viviendas destinadas a los menores de 35 años en las poblaciones de la Región que se están viendo más castigadas por la despoblación.
De hecho, uno de los propósitos del Gobierno es «incrementar la contribución a los objetivos del Reto Demográfico», ante el abandono que sufren las zonas rurales, del que tampoco se libran los municipios murcianos.
En la Región, el límite de los 5.000 habitantes deja fuera a la mayor parte de las poblaciones situadas en la periferia de las ciudades y de los pueblos con mayores carencias de vivienda, que se han convertido en una alternativa para los jóvenes con menos recursos económicos, pero sí incluye muchas pedanías y diputaciones situadas normalmente en las zonas más alejadas.
Según se recoge en el real decreto, «se entiende como núcleo de población de pequeño tamaño los entes de ámbito territorial inferior al municipio y otras formas de organización desconcentradas, como caseríos, concejos, parroquias, aldeas, pedanías, lugares anejos y otros análogos que posean una población residente inferior a los 5.000 habitantes».
El texto legal precisa que «la mayoría se encuentra en el medio rural, aun cuando aquellos formen parte de municipios que posean una población residente superior a los 5.000 habitantes».
Establece igualmente que «la ayuda solo podrá ser abonada al beneficiario cuando aporte la escritura pública de compraventa en la que la misma conste como parte del pago».
El Plan de Vivienda que entró en vigor en 2018 solo permitía la posibilidad de optar a estas ayuda de hasta 10.000 euros para jóvenes en los ocho municipios de la Región con menos de 5.000 habitantes: Albudeite, Aledo, Campos del Río, Ojós, Pliego, Ricote, Ulea y Villanueva de Segura, por lo que no han llegado a tener prácticamente ninguna repercusión en estos años.
Sin embargo, a pesar de las posibilidades que ofrece para la construcción de vivienda, la iniciativa del Ministerio no convence a las empresas promotoras, porque las casas destinadas a los menores de 35 años tienen un precio máximo que no puede superar los 100.000 euros. Su presidente considera que a estas alturas no es posible ofrecer una vivienda por esta cantidad, dado que «resulta muy complicado encajar el coste de la construcción y el suelo» incluso en las poblaciones más pequeñas. Blázquez añadió que las exigencias del Código Técnico de la Edificación incrementan los costes. Su impresión es que solo se podrían construir viviendas para venderlas a los jóvenes por 100.000 euros «si en vez de casas de 100 metros, se hicieran otras más pequeñas, que tuvieran solo dos habitaciones».
Por otra parte, la modificación aprobada por el Consejo de Ministros ha ampliado hasta el 31 de diciembre de 2022 el plazo para la concesión de ayudas del plan en vigor, «facilitando la gestión y mejorando la eficiencia de los recursos transferidos por el Ministerio a las comunidades autónomas».
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