La ley que regula la asistencia médica para morir logró ayer su aprobación en el Congreso de los Diputados marcando así un hito histórico en el avance del derecho a la eutanasia en los últimos tiempos. Tras un debate bronco, con posturas enfrentadas entre el Partido Socialista y Unidas Podemos con el Partido Popular y Vox, el proyecto de ley se aprobó con amplia mayoría. Este derecho reconocido ahora ha sido celebrado por la mayoría de formaciones políticas excepto las más conservadoras. Los partidos en la Región han reaccionado, empezando por los diputados murcianos del PSOE en el Congreso, que manifestaron ayer su satisfacción al ser aprobada la proposición de ley orgánica de regulación de la eutanasia y que, «por fin, tras casi un año de debate, ponencias y enmiendas de todos los grupos parlamentarios, ha visto culminada su tramitación». Así lo indicó la diputada socialista Marisol Sánchez, quien ha asegurado que los socialistas murcianos han defendido esta proposición de ley, que ha sido aprobada por 198 votos a favor, frente a 138 en contra y 2 abstenciones, supone «un nuevo derecho individual que dignifica la condición humana».

El diputado de Unidas Podemos por la Región, Javier Sánchez Serna, defendió la nueva ley como «una cuestión de dignidad, de libertad y de derechos civiles». Para Sánchez Serna, «no tiene sentido hablar de la defensa de una vida digna si no se asegura el derecho a una muerte digna». El diputado murciano celebró que España «cuente desde este jueves con un marco jurídico que permita a un enfermo terminal poner fin a su agonía, sin tener que enfrentarse a impedimentos legales», según han informado fuentes de la formación política en un comunicado.

La coordinadora autonómica de Ciudadanos en la Región, Ana Martínez Vidal, consideró «muy importante» contar con la ley de eutanasia, a la que su partido votó a favor para que saliera adelante. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno y al ser preguntada por esta ley, la también portavoz del Ejecutivo murciano r que es una cuestión «ideológica» y cada uno de los partidos que forma parte del Gobierno de coalición, PP y Cs, tiene una posición al respecto. No obstante, como coordinadora autonómica de Ciudadanos, Martínez Vidal ha recordado que su partido ha promovido esta ley. «Nosotros pensamos que no podemos legislar de espaldas a lo que quiere la mayoría de los españoles, y más de un 85% está a favor de esta ley», ha ratificado.

Más dura fue la intervención de la diputada de Vox Lourdes Méndez, quien denunció desde el atril del Congreso ayer que la ley supone una «tragedia para España» porque es «despiadada, injusta e ilegítima», «eugenésica y criminal», quebranta el derecho a la vida y «obliga al Estado a matar». Méndez, que ha adelantado que la recurrirán ante el Tribunal Constitucional, ha afeado que el Congreso apruebe esta norma «mientras el mundo celebra el nacimiento del hijo de Dios» y ha acusado a los diputados que la apoyan de «instaurar la industria de la muerte». Su compañero de bancada, el diputado murciano Luis Gestoso, remarcó que con esta ley se avanza «a la Edad de Piedra».

La diputada popular, Isabel Borrego, cuyo partido votó en contra de la ley, señaló que prefieren «defender una ley de cuidados paliativos como alternativa clara, útil, médicamente aceptada y respetuosa con la dignidad de la persona frente a una regulación de la eutanasia que no responde a una demanda social y se salta los informes que los expertos han publicado. Antes que una ley que se apoya en la muerte, hay que desarrollar una ley que apueste por la vida, por desarrollar cuidados al enfermo de calidad».

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