Ni un caso de bronquiolitis en los menores de la Región de Murcia. La crisis del coronavirus ha ´devorado´ por el momento esta infección de las vías respiratorias, que se suele dar en estas fechas en los niños y los bebés de manera más frecuente. Así, el número de casos registrados se ha esfumado gracias a las mascarillas, al frecuente lavado de manos con jabón y gel y a las distintas medidas de higiene y prevención adoptadas tras el comienzo de la pandemia del coronavirus, según Manuel Sánchez-Solís, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y catedrático de esta especialidad médica.

«El uso de la mascarilla y el lavado constante de manos se traducen en un mayor impedimiento para que este virus afecte a los bebés», señala a LA OPINIÓN Sánchez-Solís, quien asegura que esta misma situación no solo ocurre en la Región, sino que «está pasando en toda España, no hay casos de bronquiolitis en niños ni siquiera en el norte, que es donde primero suelen darse debido a que el frío llega antes».

El pediatra sostiene que se trata de una situación excepcional a estas alturas del año. En este sentido, relata que el año pasado en estas mismas fechas hasta 15 niños a diario eran atendidos en el hospital de El Palmar, mientras que de momento no se ha constatado ninguno: «Estamos rompiendo esa cadena epidemiológica», apunta. «En números redondos, no hay año que entre diciembre y marzo no ingresen en el hospital entre 300-400 niños por bronquiolitis. Hemos pasado de 300 a cero», asegura.

La bronquiolitis es una infección de las vías respiratorias más finas que se manifiesta con una inflamación de los bronquiolos, de ahí su nombre, infección que termina afectando a todo el aparato respiratorio. La mayoría de estos virus de transmisión respiratoria se dan sobre todo cuando bajan las temperaturas y llega el frío.

Aproximadamente el 10 por ciento de los niños menores de dos años sufre bronquiolitis, de los que un 1 por ciento necesitan ingreso hospitalario. En el caso del hospital de El Palmar, eran cerca de un centenar los que pasaban de media cada año por el centro y necesitaban quedarse en él.

No obstante, el especialista recalca que «no hay que bajar la guardia», ya que se trata de «un año raro y todas las cosas que están ocurriendo son novedosas». Esta infección se contagia principalmente tocando objetos que ya están contaminados con el virus (juguetes o chupetes en los que suelen quedarse gotas de saliva o mucosidad con el virus) y luego al frotarse los niños los ojos, la nariz o la boca.

También puede contagiarse inhalando partículas infectadas procedentes de alguna persona portadora del virus, es decir, respirando gotas de pequeño tamaño que genera la persona que tiene el virus al toser o estornudar. Por ello, desde la Asociación Española de Pediatría recomiendan que se evite el contacto de los niños o bebés con personas enfermas. El virus que causa la bronquiolitis más frecuentemente es el virus respiratorio sincitial (VRS), más frecuente de noviembre a marzo, ya que son estos los meses de más frío.

Esta infección respiratoria es frecuente en menores de dos años, aunque los de más edad suelen pasarla en su domicilio y son los de menos de seis meses de edad los que presentan mayores complicaciones y tienen más riesgo, por lo que deben ser ingresados.

En cuanto a los síntomas, la bronquiolitis comienza como un catarro normal y en el segundo o tercer día el paciente comienza a tener algo de fiebre, aunque no muy alta. A esto se suma la dificultad para respirar del niño e incluso puede presentar sibilancias, más conocidas como ´pitos´ en el pecho. Algunos de los pacientes precisan que se les administre oxígeno y son hospitalizados.

Sánchez-Solís recuerda al respecto que hay que estar atentos especialmente con los bebés que tienen menos de seis meses: «Si vemos que les cuesta respirar, que esa respiración les impide comer o si tienen una respiración ruidosa en el pecho, hay que acudir al médico».