Que el Hemiciclo de la X legislatura es el más fraccionado de la historia de la Asamblea, con cinco grupos de lo más variopinto, es evidente. Estas diferencias y singularidades también se manifiestan en las declaraciones patrimoniales de los diputados. La publicación más extensa, sin duda, es la de la vicepresidenta segunda, la socialista Gloria Alarcón, que tiene inmuebles en Mojácar, Cehegín y Puente Tocinos a los que hay que sumar participaciones en más de 40 locales repartidos por toda la Región.

Buena parte de los parlamentarios murcianos cuentan con más de una vivienda, ya que suman una segunda para sus vacaciones. María del Carmen Pelegrín tiene en San Pedro un inmueble valorado en 90.000 euros. Además, declaró en 2019 un plan de jubilación Liberty por más de 70.000 euros. Antes de ser nombrado presidente, Alberto Castillo percibía 1.700 euros de pensión.

En el otro extremo se puede encontrar a la socialista María Hernández, cuyo último ingreso antes de entrar como diputada fue el subsidio de desempleo.