El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), a través de su equipo de Horticultura, ha liderado unos ensayos en los que ha conseguido acelerar notablemente el proceso de degradación de los restos plásticos biodegradables procedentes de los acolchados agrícolas usados en los cultivos, logrando su completa eliminación en un periodo de seis meses.

Los resultados obtenidos implican una reducción de un 75% con respecto al umbral temporal de dos años marcado por la Norma UNE-EN 17033 de 2018 para la certificación como biodegradables de las películas de acolchado usadas en agricultura y horticultura. Estos resultados superan también el porcentaje de conversión marcado por dicha Norma, pasando así del 90% exigido al 98% alcanzado.

De esta forma, y tras más de una década de estudios por parte de investigadores del IMIDA acerca del compostaje en suelo de los plásticos biodegradables, este proyecto logra abordar su objetivo principal inicial, consistente en evitar la aparición de fragmentos plásticos que puedan afectar tanto a la calidad del producto final como a las plantaciones vecinas.

Todo ello supone, además, una importante mejora en la competitividad de las empresas agrarias regionales al tiempo que implica un significativo impulso a la economía circular de la Región de Murcia, respondiendo así a las prioridades del Desarrollo Sostenible marcadas por la Unión Europea.

Estas actuaciones, iniciadas en el año 2018 y desarrolladas en diferentes fincas experimentales ubicadas en la zona del Guadalentín, el Campo de Cartagena y la Comarca del Noroeste, han contado con una ayuda económica de 199.753 euros, cuya financiación procede en un 63 por ciento del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), y el 37 por ciento restante de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.