Desde pérdida del olfato y del gusto hasta ictus. Las complicaciones neurológicas que provoca el covid son muy variadas y pueden llegar a afectar a entre un 30% y un 50% de los enfermos que se infectan con el virus, según diversos estudios. Después de nueve meses de pandemia, aún es mucho lo que queda por saber de estas complicaciones que desencadena el SARS-CoV-2, sobre todo en los pacientes más graves.

Tal y como explica Ana Morales, jefa del servicio de Neurología en el hospital murciano de la Arrixaca, la infección por covid «puede tener complicaciones neurológicas graves, igual que cualquier otra infección aguda», aunque resalta que de momento todos estos asuntos se han tratado desde el punto de vista «observacional».

Aunque la mayoría de pacientes que tienen covid agudo resuelven la enfermedad en 3 o 4 semanas, según Morales, hay un pequeño porcentaje que presenta síntomas persistentes del coronavirus, con secuelas crónicas: estos son los que durante un mayor número de semanas presentan un cuadro de fatiga, depresión o falta de memoria.

La alteración neurológica más conocida del coronavirus es la pérdida del olfato y del gusto, pero también hay otras, «como el dolor de cabeza (cefalea), la desorientación, mareos, sensación de fatiga o debilidad muscular generalizada», según la neuróloga. En algunos pacientes también se han observado problemas más graves, como ictus o síndromes menos frecuentes como el de Guillain-Barré, que se produce cuando el sistema inmunitario ataca parte del sistema nervioso periférico por error y desencadena una inflamación de los nervios, aunque de momento no hay una evidencia científica rigurosa que confirme esta posibilidad, apunta la médico.

En este sentido, respecto a estas complicaciones agudas neurológicas graves, Morales señala que está descrito que la infección por covid se asocia más a la presencia de ictus, según un estudio comparativo realizado en Inglaterra entre pacientes covid y enfermos de gripe. Entre las causas, explica, está que la covid se asocia más a una enfermedad tromboembólica: «Hay una tendencia a producir trombosis o embolias dentro de los vasos sanguíneos que haría que el ictus ocurriese con más frecuencia». Los médicos apuntan a que hay tres mecanismos que podrían explicar estos daños. El primero de ellos sería por la propia gravedad de la enfermedad, que provoca una falta de oxígeno y complicaciones metabólicas en los enfermos; el segundo estaría relacionado con la respuesta inflamatoria del cuerpo para atacar al virus, y que puede causar encefalitis en algunos pacientes; y el tercer mecanismo es el menos claro y podría deberse a una invasión directa del virus en el cerebro.

«Hay un estudio reciente realizado en China en el que se ha realizado una resonancia magnética a pacientes que han superado el coronavirus y a sujetos normales. A la hora de compararlos, se aprecia que existen lesiones microscópicas en zonas concretas del cerebro que pueden estar muy implicadas en la memoria», asegura Morales. La conclusión, explica la jefa de Neurología de la Arrixaca, es que el virus puede tener «cierta afinidad con ciertas regiones cerebrales y por eso los pacientes que tienen un síndrome poscovid más prolongado pueden sufrir falta de memoria».

A la hora de explicar cómo ha afrontado el Servicio de Neurología de la Arrixaca la lucha contra el coronavirus, Morales apunta que se han implicado en la atención a los pacientes desde el punto de vista general. «Aunque los compañeros de Infecciosas y Neumología han sido los principales responsables de estos enfermos, cuando ha habido picos altos de ingresos hemos tenido que ayudar, al igual que el resto de las especialidades médicas, de forma voluntaria».

En el Instituto de Neurociencias de la provincia vecina de Alicante, se está estudiando los mecanismos que hay detrás de los microinfartos cerebrales que sufren el 10% de los enfermos de coronavirus hospitalizados y que pueden provocar somnolencia, confusión o pérdida de memoria.

Microinfartos que, a largo plazo, pueden dejar un edema y provocar que aquellos pacientes con una predisposición a sufrir una demencia, la padezcan antes. Estos pequeños infartos se producen porque la infección ha provocado la inflamación de los vasos sanguíneos pequeños, una vasculitis, que provoca microtrombos en el cerebro.