La biodiversidad de los fondos submarinos del talud continental de la Región de Murcia es inmensa, y también está el peligro por culpa de los plásticos. Los cañones submarinos ubicados entre Cabo de Palos y Cabo Tiñoso, los campos de 'pockmarks' o agujeros marinos en el litoral regional, las montañas submarinas frente a Águilas, los valles submarinos del Escarpe de Mazarrón o la bahía cerrada de Cartagena son zonas declaradas vulnerables a la acumulación de plásticos por su alto valor ecológico. La alerta la ha lanzado Oceana, unas de las mayores organizaciones internacionales dedicadas a la conservación de los fondos marinos y protección de sus ecosistemas. La organización alerta que las aguas profundas del litoral regional son zonas particularmente vulnerables al impacto de la basura marina, ya que la ausencia de luz solar y agentes erosivos, además de las bajas temperaturas, ralentiza considerablemente su tiempo de degradación.

La elevada densidad de la población en las zonas costeras de España y la topografía y la diversidad de los fondos marinos en nuestro país son las principales causas que propician dicha acumulación de desechos en los fondos marinos: «En mares de naturaleza semicerrada como el Mediterráneo, el problema es mayor, ya que se favorece la retención de plásticos en sus aguas. Oceana marca la vertiente mediterránea como la más afectada de las aguas españolas por las basuras marinas. En especial, destaca el área en torno al archipiélago balear, donde se encuentra el mayor parque nacional marino del Mediterráneo Occidental (Parque Nacional de Cabrera), así como las zonas marinas de la Región de Murcia y el Mar de Alborán, muy vulnerables por su alta biodiversidad, fruto de la confluencia de especies atlánticas, mediterráneas y norteafricanas.

Oceana señala distintos accidentes geográficos que constituyen los puntos más vulnerables a la acumulación de plásticos en aguas de la Región de Murcia: los valles submarinos del Escarpe de Mazarrón, que desde este jueves forman parte de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España; los campos de 'pockmarks' o cráteres como los que se sitúan frente al Mar Menor; las montañas submarinas Seco de Palos y de Águilas; los cañones submarinos entre Cabo de Palos y Cabo Tiñoso o el fondo de la bahía de Cartagena.

Todos estos espacios naturales protegidos han dado prueba de guardar a una gran profundidad una gran cantidad de especies de gran valor. Por ejemplo, el Seco de Palos, una elevación marina cuya cima se sitúa a unos 100 metros por debajo del nivel del mar, presenta corales que forman arrecifes como 'Madrepora oculata', 'Lophelia pertusa' y 'Desmophyllum cristagalli'. Estas zonas marinas se sitúan a escasas millas de la costa murciana y pueden alcanzar profundidades de 2.000 metros.

De hecho, la alta concentración de accidentes geográficos próximos entre sí provoca que estos espacios tengan un elevado riesgo de acumulación de plástico, solo por debajo del área mediterránea alrededor de las islas Baleares.

Oceana también pone el foco en el río Segura, al que considera uno de los principales orígenes del vertido de plásticos al mar junto con las cuencas del Ebro, el Turia y el Júcar.