La crisis desencadenada por la pandemia provocará la pérdida de unos 6.000 empleos en la Región entre 2020 y 2021, según las previsiones del BBVA. El informe Situación Murcia, presentado ayer por el economista jefe de BBVA Research, Miguel Cardoso, incluye a Murcia entre las comunidades que mejor resisten la recesión, a pesar de que la hostelería se está viendo especialmente castigada por las medidas aplicadas para evitar los contagios y registra la mayor caída de la ocupación. La tasa de paro regional subirá del 17,6% al 18,3% en 2021.

Miguel Cardoso prevé que la vuelta a situación anterior a la pandemia no llegará hasta finales de 2022, aunque apuntó que la recuperación dependerá en gran medida del éxito de la vacuna contra la covid y de que su generalización permita que la campaña turística del próximo año pueda desarrolle con normalidad.

El informe augura para 2020 una caída del PIB del 10%, mientras que la media nacional rondará el 11,5%. Para 2021 el repunte de la economía regional podría alcanzar el 6%. No obstante, ante los efectos que han tenido las restricciones aplicadas en este último trimestre para contener la propagación del coronavirus, que en la Región ha supuesto el cierre total de la hostelería durante dos semanas, podría provocar una desaceleración más acusada en los últimos meses del año.

«En 2020 la afiliación murciana ha evolucionado mejor que en España, a diferencia de 2008, cuando se observó un impacto superior», precisa el informe.

Los servicios públicos, la agricultura y la industria han amortiguado la caída del empleo en la Región, mientras que la construcción puede ser uno de los sectores más beneficiados por la recuperación. Cardoso explicó que en la primera ola de la pandemia se generó «una demanda embalsada», que con la desescalada permitió una vuelta a las cifras de compraventa de 2019. Este despegue se está viendo respaldado por la liquidez que existe en el mercado financiero y las expectativas de recuperación, aunque aún hay viviendas sin vender. Sin embargo, «en 2008 la construcción fue el sector más afectado por la crisis, seguido de la Administración pública y la industria».

Tras la desescalada, el consumo se ha orientado preferentemente hacia la renovación del hogar, tal y como demuestran el elevado aumento en las ventas de la industria del mueble, y a servicios personales, como el de las peluquerías.

El aumento del gasto público destinado a contener la pandemia y a mantener la actividad está compensando la caída del consumo privado, según se recoge en el informe de BBVA Research: «Los gastos de ejecución presupuestaria hasta agosto de 2020 confirman una aceleración del gasto público del Gobierno de Murcia y un fuerte impulso de la inversión pública autonómica».