Muchos de los cambios que los centros educativos han llevado a cabo este curso para adaptarse a las circunstancias de la pandemia no necesariamente tendrán que desaparecer una vez remita el coronavirus. La directora del colegio Nuestra Señora de los Dolores de Cartagena, María Victoria Martínez, señala que la pandemia «nos ha abierto una puerta y muchos de los cambios que hemos hecho llegan para quedarse». Pone como ejemplo los distintos círculos de separación para alumnos que han colocado en el patio de su centro: «Hemos logrado que no existan problemas entre los escolares». El centro también ha dejado permanentemente las puertas abiertas en el edificio para lograr una mejor ventilación: «Creíamos que los niños se nos iban a escapar de un aula a otra pero han estado muy concienciados». Lo que plantea el programa Aire Limpio también son cambios que potencian la salud ambiental en los menores y que, como señala el director Andrés Pascual Garrido, aunque implementen recursos en el centro para mejorar el entorno, «van a durar años». Además, quieren implicar a la Junta Municipal de La Ñora y el Ayuntamiento de Murcia para que se mejore la conectividad con el centro construyendo carriles bicis o los accesos a pie. En el caso del colegio de Cartagena, su directora también quiere que instituciones como el Ayuntamiento de Cartagena se implique en estas mejoras aumentando el arbolado del centro educativo.