Un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena en colaboración con el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) presentado hoy ha demostrado la posibilidad de ahorrar de casi un 30% de agua de riego en el cultivo de melón a partir de una fertirrigación sostenible.

Los resultados de la experiencia, que se desarrollado este verano entre los meses de mayo y julio, demuestran, además, que no se ha producido disminución en la calidad del melón y se ha reducido en gran medida la salinidad del perfil del suelo monitorizado.

El sistema de digitalización aplicado evita que las raíces superen los 30 centímetros de profundidad, lo que evita las filtraciones al suelo, según revelan las conclusiones.

"La agricultura del Levante es pionera a nivel mundial en la implantación de la gestión sostenible, eficiente y tecnificada de sus recursos hídricos. Un sector que siempre está involucrado en una innovación continua, con el principal objetivo de aplicar de forma eficiente el agua y nutrientes con el riego», señala Lucas Jiménez, presidente del Scrats, que ha presidido la presentación de los resultados de este estudio en la Cámara de Comercio de Murcia junto al consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, y la Rectora Magnifica de la UPCT, Beatriz Miguel.

En este proyecto trabaja un equipo profesional pluridisciplinar dirigido por Alejandro Pérez Pastor, catedrático de la UPCT del área de Producción Vegetal, en el que colaboran especialistas de otras ingenierías como la industrial e informática, y áreas como la bioquímica y biología

"La base de este estudio es la digitalización de la agricultura. Para ello se ha procedido a la monitorización en continuo del contenido de agua, salinidad y temperatura del suelo, controlando las dosis que el cultivo necesita en cada momento", indica Pérez Pastor. Con estas técnicas se ha logrado una mayor eficiencia del agua de riego, pasando de los 6,47 kilos de melón por metro cúbico de agua empleada en el riego comercial a los 9,9 kilos con el de precisión.

Mediante esta estrategia de riego de precisión se ha conseguido un significativo ahorro de agua de un 29,8%, lo que supone reducir unos 1.000 metros cúbicos hectárea de agua de riego.

"Además, es de destacar que la calidad de la cosecha desde el punto de vista comercial, que es uno de los principales aspectos a considerar, no se ha visto mermada", destaca Pérez Pastor.

Añadió que los frutos obtenidos durante este estudio han tenido una mayor concentración de vitamina C y una reducción de nutrientes: nitrógeno (43%), fósforo (41,8%) y potasio (22%).

Este estudio realizado en el cultivo de melón se aplicará a otros, como el del limonero, la granado mollar o la uva de mesa. "Hablamos de otra muestra clara que confirma que el Levante es ejemplo de sostenibilidad, eficiencia y tecnificación en el uso del agua, y que sigue trabajando para ir todavía más allá", resalta Jiménez.