La artesanía murciana vuelve a dar muestras de su expansión por todo el territorio europeo al contar un año más con el trabajo realizado por los hermanos Griñán, hijos del célebre artesano Jesús Griñán, en la elaboración de obras artesanales que por quinto año consecutivo se refleja en la exposición de uno de sus belenes en la ciudad noruega de Drammen, que cuenta con una población de 60.000 habitantes y está localizada en la denominada tierra de Papá Noel.

La calidad de la obra artesanal de este taller ubicado en la pedanía murciana de Puente Tocinos llamó la atención hace ya 5 años del Padre Lars, nombrado recientemente consejero del obispo de la Iglesia Luterana, que decidió encargar al negocio murciano un belén que acabó por exponerse en la entrada de la Iglesia Luterana de Bragernes. Y aunque la pandemia ha hecho imposible que los Griñán viajasen a Noruega para supervisar y guiar el montado del belén, no ha impedido que otro año más se pueda disfrutar de la artesanía murciana en el norte de Europa.

El belén, que ocupa una extensión de 60 metros cuadrados y se compone de aproximadamente 350 piezas, será expuesto desde el día de hoy hasta el próximo 5 de enero. Aunque no ha sido la familia Griñán la encargada de montar el belén en persona, sí que han mantenido reuniones online con el Padre Lars para guiarle en su montaje. «Posiblemente se trate del primer belén montado telemáticamente», afirma Manuel Griñán, quien también expresa su orgullo al poder repetir un año más como representante de la artesanía murciana en Europa: «Para nosotros supone un tremendo orgullo que aunque no podamos trasladarnos allí para montar el belén, como venía siendo costumbre, cuenten con nuestro trabajo y hayan decidido seguir adelante con esta tradición».

El taller belenista de los Griñán ya tiene cerrado el proyecto para el año que viene, que contará con un montaje de belén en la ciudad de Molde, también en Noruega.