Tres de cada cuatro empresas familiares de la Región han mantenido el empleo a pesar de los estragos de la pandemia, según revela el Barómetro de Amefmur y la Cátedra Mare Nostrum, presentado este martes. El sondeo, en el que han participado 124 compañías, muestra que la Región es una de las comunidades autónomas que «saldrán mejor paradas», dado que está logrando una capacidad de resiliencia superior a la media nacional, según indicó el director de la Cátedra de la Empresa Familiar, Ángel Meroño, que presentó los resultados.

El 53% de las consultadas declara que ha empeorado su facturación, pero la repercusión que perciben en sus negocios no es tan negativa como la que atribuyen a la economía regional y a la nacional. No obstante, Meroño señaló que las opiniones muestran que «hemos vuelto a la situación de los años 2008 y 2009», cuando la recesión que siguió a la crisis inmobiliaria empezó a producir una caída en cascada de la economía.

La previsión es que la desaceleración económica será menor de la esperada para este año, con una caída del PIB del 7,2%, mientras que el repunte de 2021 también será menos acusado y se quedará en el 6,5%.

El 27% de las empresas familiares declara que ha reducido empleo desde el inicio de la pandemia. También se resienten la inversión y las exportaciones, lo que hace que la confianza empresarial descienda al -17%.

Para contrarrestar la caída de la facturación las empresas tratan de proporcionar más servicios y una mejor atención a sus clientes, además de diversificar su actividad. La falta de confianza en la economía y la escasez de la demanda son los principales problemas que perciben en este momento, mientras que su primer objetivo es mantener «la reputación» y garantizar «la supervivencia». La empresas familiares también han mostrado una gran capacidad de respuesta, como demuestra la incorporación del teletrabajo en el 42% de las compañías, mientras que el 32% ha implantado las compras online. El 26% de los gerentes son mujeres.