Lo mismo que la pandemia ha azotado fuerte a muchos sectores comerciales, también ha servido que otros incrementen sus ventas. La industria de instrumentos musicales se erige con una leve subida en su demanda por los ciudadanos.

Durante el confinamiento muchas personas dedicaron su tiempo muerto encerradas en sus casas a aprender a tocar la guitarra española. Así lo afirma José María Gómez, gerente de Klavier Instrumentos Musicales. Pero la verdadera revolución en sus ventas ha sido el ukelele. Este instrumento de cuerda de menor tamaño «no se vendía absolutamente nada hace tres años, pero ahora son cientos los pedidos».

Además de la guitarra española y el ukelele, también ha acrecentado las ventas del piano y el cajón rumbero. Por el contrario, según subraya José María Gómez, han bajado las ventas de la guitarra eléctrica.

Asimismo, el gerente especifica que «ha habido un incremento si se refiere a la venta de unidades, pero el valor de esas unidades es menor». Gómez aclara que las ventas han aumentado un 20%, pero en facturación ha bajado un 25% «porque la tendencia de ahora ha sido comprar instrumentos de gama más baja». Él hace un símil para que se pueda entender mejor su tesis: «La crisis cesará cuando la gente pase de la mortadela al jamón. De momento siguen en la mortadela. Es decir, ¿la gente compra menos comida? No, pero en vez de comprar jamón serrano, pues compran mortadela. Y con los instrumentos pasa lo mismo». Así pues, el gerente de Klavier recalca que «si antes se vendían 300 guitarras, ahora se venden 200, pero si atendemos a la facturación que crean, se factura mucho menos que antes».

A consecuencia de la covid, «las clases de música se han tenido que transformar e innovar», objeta María José Martínez Noguera, vicepresidenta de la Asociación de Docentes de Música en la Región de Murcia.

«Ahora trabajadamos con instrumentos como el carillón o el ukelele por seguridad y lo cierto es que está teniendo una acogida maravillosa entre los alumnos de primaria y secundaria», asegura Martínez. Además, apunta que «el carillón tiene la ventaja de que se puede tocar varios sonidos a la vez y hacer acordes» y que el ukelele «pesa poco». «Este año la percusión está siendo una auténtica revolución en las aulas de música porque también añadimos otros instrumentos como las campanas afinadas, los palillos o los boomwhackers», clama la vicepresidenta de la asociación.

Adiós a la flauta dulce para evitar contagios

El instrumento estrella en el mes de octubre, y que, además, es un instrumento que se vende por la pandemia es el carillón. La razón: los colegios han dado de lado a laflauta dulce para evitar contagios al soplar y han optado por la percusión.

Desde la Asociación de Docentes de Música en la Región de Murcia confirman que "el 97% del profesorado usaba la flauta como instrumento habitual, quienes el 88,1% la han dejado de usar". María José Martínez, su vicepresidenta notifica que se ha incorporado otros instrumentos como el ukelele, apps y tablets.