Dar por fin negativo en la prueba PCR no significa haber superado la covid-19. No si se ha pasado por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). A estos pacientes les quedan secuelas pulmonares, infecciones, una fuerte debilidad muscular e, incluso, delirios por la afectación del sistema nervioso. El pasado mes de mayo se creó en el Hospital Reina Sofía de Murcia la unidad PostUCI para ayudar a estas personas a recuperar su vida anterior al virus. Los médicos de Cuidados Intensivos Noemí Llamas y Julián Triviño están al frente y, hasta ahora, ya son más de 85 pacientes los que pasan consulta con ellos: 17 de la primera ola y, el resto, de la segunda.

A las secuelas propias que deja la covid hay que sumar las provocadas por el uso de dispositivos ajenos al cuerpo: catéter, intubaciones y otras máquinas que necesitan para mejorar, pero que son agresivas. «Cuanto más estancia prolongada, más síndrome postUCI tienen», explica Triviño.

La afectación del sistema nervioso central tiene mucho que ver, explica la doctora Llamas, por la covid: «El delirio es algo común en la UCI. Está relacionado con la edad, el uso de fármacos o la hipoxia, pero este estado se agrava por la agitación de difícil control que provoca el coronavirus».

Por este motivo, someten a los pacientes a pruebas de evaluación neurológica relacionadas con el estrés postraumático, la ansiedad, la memoria y la concentración. «Sorprende la cantidad de gente joven que tiene problemas de este tipo», explican. Son patologías que no son tan fáciles de ver como la falta de movilidad, y en este punto es una ventaja que dos médicos de la UCI sean los que estén haciendo un seguimiento de, en principio, un año, a estos enfermos. «Nadie los conoce como nosotros», comenta Llamas.

Esta unidad estudia todas las patologías que puede tener este tipo de paciente. «Desde aquí los derivamos al especialista que puedan necesitar, como un traumatólogo, un otorrino o un psiquiatra. Evaluamos hasta su nutrición», aseguran. Y, pese a la cantidad de obstáculos a los que se tienen que enfrentar, la intención de Llamas y Triviño es que los pacientes «vuelvan a tener la vida que tenían antes de su paso por la UCI».

Los familiares de los pacientes también pasan por la consulta

Es tal el grado de afectación de los pacientes postUCI que sobreviven al coronavirus que sus propios familiares también tienen, en muchas ocasiones, que pasar por la consulta especializada del Reina Sofía.

«El cambio que sufren los enfermos también afecta en gran medida a la familia, que es la parte cuidadora y que soporta un peso importante de la enfermedad», comenta la médica adjunta Noemí Llamas.

La experiencia que viven los familiares de un paciente con coronavirus suele ser «más intensa» que la del enfermo, reconoce el doctor Julián Triviño, ya que han estado en casa, sin ver a su familiar durante semanas o meses, esperando una llamada para que le comenten cómo va. «Y no solo eso, cuando se van a casa, cómo se van», añade.