El abogado murciano José Antonio López Jiménez manifiesta que «sin prejuicio del alto grado de tolerancia social en torno al negocio del comercio carnal, lo cierto y verdad, es que dichas aplicaciones pueden estar dentro de un proxenetismo financiero, habida cuenta que se lucran economicamente, en la medida que solicitan una aportación o pago de cuota a los suscriptores».

Apunta el letrado que «dada la proliferación de páginas de contactos como forma de conocer a personas o buscar pareja, es muy difícil delimitar la línea de la conducta delictiva de aquella que no lo es», y apostilla que «algo propio de este tipo de delitos relativos a la prostitucion, además del lucro de un tercero, es la especial vulnerabilidad personal o económica».

«Por desgracia, muchas chicas hoy en día, con la crisis galopante por la que atraviesa el país» optan por apuntarse a páginas en las que hay conductas delictivas. «No se comete por parte de las chicas: serían los titulares de la aplicación quienes delincan, sin saberlo».

Reitera que «la línea que separa lo legal de lo ilícito, en esta clase de delitos, es demasiado exigua». «Evidentemente a esas páginas se abonan los suscriptores por las chicas y obtienen los propietarios de las app un rendimiento económico», comenta.

«No es delito que una chica, ella sola, se publicite en Internet para ofrecer sus servicios sexuales», deja claro el abogado.