El próximo 26 de noviembre la rectora de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Mari Luz Morán, se reunirá con los directores de las sedes permanentes que la institución mantiene en España para decidir qué hacer con aquellas sobre las que hasta ahora pesaba una 'orden' de cierre. Las ramificaciones de la universidad en Granada, Barcelona, La Línea de la Concepción (Cadiz) y Cartagena tenían previsto clausurar su actividad como sede permanente aunque mantuvieran la actividad académica controlada por la sede central de la universidad.

Tras las negociaciones entre la Consejería de Universidades y el Ministerio, los organismos que forman el consorcio de la sede permanente en Cartagena se muestran bastante confiados en que finalmente se evitará el cierre y se mantendrá los cursos de formación, sobre todo los de inmersión lingüística que son los que más peso tienen entre los 1.500 alumnos matriculados. El déficit estructural por la situación económica de la universidad, junto con los efectos derivados de la pandemia, eran los argumentos de la UIMP para clausurar su sede en Cartagena, que mantenía con un consorcio entre el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, y a la que se pidió unir la Consejería de Universidades.

Para la Consejería y el Consorcio no se podría argumentar dicho déficit, al menos en lo que pueda afectar a la sede de Cartagena, ya que esta es viable económicamente. Según han confirmado fuentes del Consorcio y de Universidades, la sede de la UIMP en la ciudad portuaria no ha recibido en los últimos dos años la partida de 20.000 euros anuales que tiene asignada conforme a los presupuestos de la institución. Es decir, la sede se mantiene pese a que la Universidad no ha pagado 40.000 euros que debe de 2019 y 2020.

De las conversaciones mantenidas entre el ministro de Universidades, Manuel Castells, y el consejero del ramo, Miguel Motas, se puede extraer que para el primero no procedería en la situación actual acometer el cierre de la sede, por lo que todas las partes están convencidas de que se podrá llegar a una solución. Entre las propuestas que se podrían analizar estaría sustituir cierta cantidad económica dentro de la aportación que realiza el Estado, del que depende la UIMP al ser una universidad estatal, a cambio de que la sustituya tanto o el Ayuntamiento de Cartagena como la Consejería de Universidades, ya que ambas se ofrecieron a poner dinero para salvar la sede.

Miguel Motas señaló este miércoles que se sigue trabajando "para evitar el cierre de esta institución, de gran repercusión para Cartagena y toda la Región, y mostramos nuestro apoyo incondicional a que la sede de la UIMP continúe abierta". El consejero se reunió hoy con el presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena y vicepresidente del Consorcio de la Sede Permanente de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Miguel Agustín Martínez Bernal; con el director de la sede permanente de la UIMP, Juan Jesús Bernal García; y con el vicesecretario general de la Cámara de Comercio de Cartagena y gerente-secretario general del consorcio permanente de la UIMP, José Carlos Ros Agüera.