Los alcaldes de la Región se han negado a asumir las competencias sobre las quemas agrícolas y han convencido a la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de que los ayuntamientos no pueden ser responsables de controlar la sanidad vegetal. Tras varias semanas de conversaciones, la Federación de Municipios ha consensuado con el departamento de Antonio Luengo una nueva orden para regular la quema de los residuos generados por las podas, que atribuye a la Consejería el control fitosanitario para los permisos.

En la nueva regulación se limita la actuación de los ayuntamientos a dar las autorizaciones que les permitirán espaciar la destrucción de los residuos con el fin de evitar que los agricultores les prendan fuego al mismo tiempo y se genere un problema de contaminación ambiental que pueda suponer un riesgo para la población, según indicaron fuentes de la Federación de Municipios.

La nueva orden, que ya está publicada en el Portal de la Transparencia, será presentada hoy al Consejo Asesor de Medio Ambiente (Carma) y en las próximas semanas irá al Consejero Asesor de Organizaciones Agrarias (Caropa). Fuentes de Agricultura señalaron que los alcaldes «trataban de defender sus intereses» y que la Consejería no podía dejar de escucharlos.

La Federación de Municipios, que preside la alcaldesa de Bullas, María Dolores Muñoz, planteó a la Consejería sus discrepancias con la orden de mayo de este año en la que se prohibían las quemas de residuos agrícolas durante el estado de alarma y se limitaban a los restos de las podas que pudieran generar un riesgo fitosanitario, encomendando a los ayuntamientos el control sobre la eliminación de estos desechos.

Sin embargo, los alcaldes consideraron que los ayuntamientos no tienen los recursos técnicos ni los medios necesarios para asumir el control sobre las actuaciones relacionadas con la sanidad vegetal, que veían como una competencia exclusiva de Medio Ambiente y así se lo plantearon a la Consejería. «Nuestra responsabilidad se limita a la protección de la contaminación atmosférica en el ámbito urbano», defendió la Federación de Municipios ante Medio Ambiente.