Tanto Alberto Pintado como Ginés Sánchez Soler son miembros de la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Criminología de la Región de Murcia y profesores del Grado en Seguridad de ISEN, Centro Universitario. Pintado, además, es el coordinador del Grado en Criminología de la Universidad de Murcia. Ambos coinciden en que «este descenso drástico de avisos sobre incidencias de seguridad ciudadana no debe ser entendido plenamente como una caída absoluta en las tasas de criminalidad».

Opina Sánchez Soler que, a la hora de analizar los factores que influyen en todo esto, se ha de aludir «en primer lugar, al alcohol. O más bien, el descenso del consumo de alcohol», pues «el cierre de la hostelería ha supuesto una caída también en el consumo de bebidas alcohólicas».

«El alcohol provoca un efecto de desinhibición en la persona que lo ingiere al alcanzar cierto grado de intoxicación, facilitando con ello la posibilidad de liberación de conductas agresivas contenidas o más reprimidas hasta el momento por el individuo, por lo que el descenso de la ingesta de alcohol puede implicar directamente una reducción en este tipo de conductas», apunta.

Apostilla Pintado al respecto que «es conocida la relación del grado de embriaguez con el del riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Por tanto, este descenso del consumo puede relacionarse con el descenso de este tipo de incidentes de seguridad».

Sostiene Sánchez Soler que «otro factor a considerar es el de la oportunidad delictiva», y explica que «para que se puedan cometer determinados incidentes delictivos es necesario que concurra la oportunidad para ello».

«Dado que a las once de la noche se inicia la restricción de movilidad, el sujeto que pudiera estar tentado de cometer alguna acción contra la seguridad se verá de entrada más limitado puesto que ya, a partir de esa hora, el simple hecho de deambular por la calle sin causa justificante está suponiendo motivo de infracción», desgrana. «De la misma forma, al haber una reducción drástica de personas en la vía pública durante ese periodo se produce consecuentemente también una caída en el número de potenciales víctimas de delitos, por lo que también se explicaría con este factor la caída en el número de avisos de seguridad ciudadana», analiza.