El cierre de los bares y restaurantes decretado por el Ejecutivo regional con la pretensión de poner freno a la propagación del coronavirus no solo afecta a la hostelería. El cerrojazo que entró en vigor el sábado día 7 tiene un efecto dominó sobre otros muchos sectores, que son proveedores de la hostelería y están registrando elevadas caídas en la venta de productos como la cerveza. Desde que se desencadenó la crisis, los murcianos han dejado de beber unos 10 millones de litros.

Solo la marca murciana Estrella de Levante ha suministrado unos 6,2 millones de litros menos desde el inicio de la crisis. También se han quedado sin vender otras muchas bebidas alcohólicas, dado que el aumento del consumo doméstico durante los meses de enclaustramiento no puede llegar al volumen que se alcanza en la hostelería.

A lo largo de este año la marca murciana Estrella de Levante esperaba llegar a producir unos 20 millones de litros, pero sus previsiones no llegarán a cumplirse, porque desde el inicio de la crisis los murcianos han dejado de beber unos 6,2 millones de litros, según indicó el responsable de Comunicación y Relaciones Externas de la compañía, Yayo Delgado. Los cálculos que maneja la compañía de Espinardo apuntan que al acabar 2020 Estrella de Levante habrá dejado de distribuir a los establecimientos de hostelería de la Región unos 8 millones de litros.

Yayo Delgado explicó que la compañía tiene una cuota de mercado superior al 50% en el mercado de la hostelería regional, pero destacó que el consumo entre los clientes que piden la marca murciana en los bares y restaurantes es mayor. De acuerdo con sus estimaciones, si Estrella de Levante ha vendido 6,2 millones de litros menos desde el inicio de la crisis sanitaria, el volumen total que los murcianos han dejado de beber superaría los 10 millones de litros. Este volumen equivale a unos 40 millones de cañas, según los cálculos de Yayo Delgado, a razón de cuatro cañas por litro.

A su vez, los barriles de cerveza y los envases que no han llegado a los establecimientos de hostelería han reducido la carga de trabajo de otras actividades auxiliares, como el transporte o el embalaje.