El Banco Sabadell está negociando con los sindicatos un plan para prescindir de 1.800 personas, que en la Región supondrá la salida de hasta 171 empleados, el 21% de la plantilla. Fuentes sindicales indican a LA OPINIÓN que la negociación está muy avanzada y no descartan que pueda alcanzarse un acuerdo esta misma semana. El recorte de personal iría acompañado por un plan de reducción de oficinas que contempla el cierre de 18 sucursales del territorio regional en un plazo de tres años.

El Banco que compró la CAM por un euro cuenta en la actualidad con unas 112 oficinas en la Región y una plantilla de unas 790 personas. De los 171 empleados que podrán salir de la plantilla, 140 serían administrativos, 23 comerciales y 8 empleados de los centros corporativos y de la dirección regional, que tiene su sede en el edificio situado frente a los Soportales de la Catedral de Murcia.

Aunque la Caja del Mediterráneo era la segunda entidad con mayor implantación en Murcia cuando se produjo la quiebra que dio lugar a su venta en 2012, durante los últimos años se ha ido quedando rezagada y ha perdido posiciones respecto a las entidades con mayor presencia en la Región, Bankia y Cajamar.

El banco ha eludido dar detalles sobre las propuestas que está negociando con los sindicatos, aunque dejó claro que el plan contempla «jubilaciones, prejubilaciones y salidas pactadas». Fuentes de la entidad admitieron que podría llegarse «hasta las 170» bajas, aunque precisaron que eso no significa que vaya a alcanzarse esta cifa. Añadieron que el objetivo del ajuste es adaptar la plantilla y la estructura de la entidad financiera a la nueva realidad». Recordaron que durante los últimos años sus «competidores» han venido realizando recortes de personal, como los que preparan Bankia y CaixaBank antes de la fusión o los que se han producido en el Santander, mientras que el banco catalán no ha acometido una operación de estas proporciones desde que se produjo la integración de la red de oficinas de la CAM en su propia estructura.

Sin embargo, fuentes sindicales aseguran que las negociaciones están muy avanzadas y no descartan que esta misma semana pueda firmarse un preacuerdo.

La propuesta que se está negociando contempla prejubilaciones con un 72% del sueldo bruto anual hasta un máximo de 270.000 euros por empleado y con una revisión anual del 1%.

También incluye el pago de la Seguridad Social hasta que los trabajadores cumplan los 63 años y puedan acogerse a la jubilación anticipada sin apenas penalizaciones.

UGT propone que el plazo para la jubilación anticipada se fije en los 64 años con el fin de que «el trabajador no se quede sin ingresos y teniendo que asumir las cuotas de la Seguridad Social» en el caso de que un eventual cambio legislativo eleve la edad de la jubilación anticipada.

A la liquidación se sumarán los incentivos que puedan tener los trabajadores prejubilados correspondientes a 2020.

En el caso de las bajas incentivadas para los menores de 56 años la entidad ha aumentado de a 18 meses la indemnización máxima, con 35 día por año trabajado.

Podrán acogerse a la prejubilación los nacidos entre 1955 y 1964, mientras que los nacidos en años anteriores podrán jubilarse.

Por su parte, los nacidos a partir de 1965 tendrán bajas incentivadas.

Los sindicatos también han reclamado al banco con sede en Alicante información sobre los planes de digitalización de la entidad presidida por Josep Oliu, ya que uno de los principales temores que tiene la plantilla es saber quién asumirá el trabajo de las personas que se marchan, especialmente en zonas como Murcia, que sigue siendo una de las comunidades con mayor implantación.

El antiguo territorio de la CAM sufrirá un mayor recorte

Las comunidades que integran el antiguo territorio de la CAM y Cataluña van a sufrir los mayores recortes de plantilla, dado que cuentan con una red de oficinas mucho más amplia. Murcia, que era segunda provincia con mayor implantación de la antigua Caja del Mediterráneo cuando el Sabadell adquirió la CAM, ya perdió una cifra significativa de sucursales en 2012, pero en los últimos años ha venido produciéndose un goteo de cierres menos perceptible, pero ininterrumpido.

También en Alicante, donde está instalada la sede oficial del Sabadell desde que las cúpulas de las principales entidades catalanas emigraron antes del referéndum independentista de 2017, se prevé la salida de un máximo de 354 personas, más del doble que en Murcia, donde podría llegarse a las 171 bajas.

Con la salida 1.800 empleados la entidad catalana pretende ahorrar 115 millones anuales para adaptarse a la nueva realidad del mercado bancario, además de ajustarse a las últimas tendencias en los usos de los clientes, marcadas por la digitalización.