Repsol tiene en Cartagena uno de sus centros más competitivos y eficientes de Europa. La refinería, en la que trabajan unas 1.600 personas, produce los combustibles que utilizamos en nuestros desplazamientos, y otros productos derivados que utilizamos en nuestro día a día. El objetivo común de los empleados es que la energía y los servicios que ofrece la compañía a la sociedad sean sostenibles y respetuosos con el entorno. Para conseguirlo, la refinería realiza cada año diferentes inversiones para garantizar la seguridad de sus operaciones y que éstas sean respetuosas con el medio ambiente.

Un ejemplo es el anuncio realizado por Repsol para la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España. Con una inversión de 188 millones de euros y tecnología de vanguardia, desde la refinería de Cartagena van a hacer posible la fabricación de biocombustibles de bajas emisiones.

A partir de materias primas recicladas van a producir 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados que se usarán en aviones, camiones o coches, y que permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 al año, o lo que es lo mismo, lo que equivale aproximadamente a la absorción de CO2 de un bosque con una extensión similar a 180.000 campos de fútbol.

Esta nueva planta, que se prevé que esté operativa en el año 2023, supone una apuesta más de Repsol por la economía circular. Con las materias primas recicladas que utilizarán, además de darles una nueva vida útil, Repsol las convertirá en nuevos productos de alto valor añadido, en este caso biocombustibles avanzados, cuyo uso reduce las emisiones netas de CO2.

Con este impulso de los biocombustibles, y en línea con la directiva europea, la refinería de Cartagena contribuirá a diversificar la matriz energética de España y avanzar en la independencia energética del país, además de generar actividad económica y empleo estable y de calidad.

Según ha avanzado la compañía, para la construcción y puesta en marcha de la nueva planta se necesitarán entre 700 y 1.000 personas en los próximos dos años. Con proyectos como este, Repsol muestra su compromiso con el desarrollo del sector industrial y por la generación de actividad económica en España contribuyendo al impulso de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas para impulsar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Retos sostenibles de la compañía

En Repsol tienen claro que, ante el aumento de la temperatura del planeta, hay que dar pasos decididos hacia un modelo energético más sostenible. Un escenario para el que la compañía ha mostrado el compromiso de liderar esa transición en su sector, y convertirse en 2050 en una compañía de cero emisiones netas de CO2. Este ambicioso reto es una continuación de la apuesta que viene haciendo la refinería desde hace años para mejorar la sostenibilidad de sus operaciones, tal y como se plasma en los planes de sostenibilidad que publica anualmente, y que se apoyan en la Agenda 2030.

En este sentido, Repsol dirige sus esfuerzos a aquellos objetivos en los que más puede impactar, como son los relacionados con el acceso a la energía, el desarrollo socioeconómico y la lucha contra el cambio climático. La construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España es un ejemplo de cómo Repsol materializa su responsabilidad y compromiso con el cumplimiento de la Agenda 2030 y los ODS.

La tecnología, la digitalización y la economía circular van a ser clave en el camino de Repsol hacia la neutralidad en carbono, junto a otros proyectos que ya ha desplegado la compañía en sectores como la generación de electricidad baja en emisiones, el hidrógeno renovable, los combustibles sintéticos y captura, uso y almacenamiento de CO2.