Un juzgado de lo Penal de Murcia ha condenado a varias penas de prisión a tres integrantes de un grupo criminal que en apenas dos meses y medio asaltaron trece estaciones de servicio y una casa de apuestas, locales hasta los que se desplazaban con coche robados que calcinaban tras los atracos para borrar huellas.

Los condenados, según ha sabido Efe de fuentes del caso, son José C.R., Isidoro O.C. y Primitiva M.R., quienes durante la vista oral, celebrada en la Ciudad de la Justicia de Murcia, reconocieron los hechos y se conformaron con cumplir las penas pactadas por la fiscalía y sus defensas y que incluyen las indemnizaciones correspondientes a los numerosos perjudicados.

Según las conclusiones de la fiscalía, los integrantes del grupo, entre los que se encontraba un cuarto hombre que logró huir cuando los otros tres acusados fueron detenidos, se habían repartido las funciones de búsqueda del posible objetivo, seguimiento para conocer el número de empleados, comisión del hecho y destrucción de pruebas.

En sus acciones iban armados con cuchillos y una escopeta de cañones recortados, con los que intimidaban a los empleados y clientes que en el momento de los hechos se encontraban en cada establecimiento.

Además, una vez cometidos los asaltos, procedían a calcinar los vehículos previamente sustraídos y que habían acondicionado para aumentar el espacio disponible en los mismos para el botín, para lo cual retiraban los asientos traseros una vez los tenían en su poder.

En los registros llevados a cabo por la Guardia Civil que consiguió finalmente su detención, en enero de 2019, se les intervino incluso la carretilla que utilizaban para trasladar las máquinas expendedoras de tabaco que sustraían desde los locales atracados hasta el coche en el que habían llegado.

También se les ocupó decenas de cajetillas de tabaco de distintas marcas que se considera procedían de los robos cometidos, que se produjeron en Murcia y pedanías y, también, en un caso, en Puerto Lumbreras.

En el asalto a una casa de apuestas ubicada en la pedanía murciana de El Palmar, producido en enero de 2019, se apoderaron de dos máquinas de juego, y no pudieron robar la tercera al estar anclada en el suelo.