El transporte público en autobús urbano trasladó en septiembre a 747.000 pasajeros en la Región de Murcia, lo que supone una caída de un 53,2% respecto al mismo mes de 2019 y la mayor bajada por comunidades autónomas, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En los primeros nueve meses del año, el descenso medio de viajeros en autobús urbano en la comunidad fue del 46,9%, la segunda mayor bajada tras Cataluña, mientras que la media nacional fue del -45,8. En todo el país, el número de usuarios del transporte público ha disminuido un 44,6% en septiembre en tasa anual (232,8 millones, frente a 420,3 millones en el mismo mes de 2019).

La baja demanda del servicio fue precisamente la razón que esgrimía la empresa Latbus para reducir el número de autobuses en circulación y aprobase un ERTE para sus trabajadores, que hace semanas comenzaron una huelga que ahora mantienen cada jueves, con la que piden el restablecimiento del cien por cien de los servicios que presta la empresa concesionaria del transporte público de Murcia y pedanías y el rescate de los trabajadores que permanecen en el expediente de regulación temporal de empleo.

En este contexto, la Comunidad ha abonado por quinto año consecutivo a doce empresas de la Región las ayudas a las denominadas ´líneas de autobús de débil tráfico´, por una cuantía de 600.000 euros, según informó la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte (FROET). Gracias a estas ayudas se mantienen un total de 17 líneas de transporte público de viajeros en municipios con menos habitantes y de aquellas zonas rurales peor comunicadas que, sin estas aportaciones, tendrían muy difícil el acceso a servicios públicos esenciales.

Balsicas, Nerpio, Barranda, La Paca, Avileses, Caravaca, Abarán, Cieza, Los Royos, Cehegín, Blanca, El Algar, Aledo, Totana, Garrobillo, Águilas, Fortuna, Abanilla, Mazarrón, Puerto De Mazarrón, El Rellano y El Fenazar, son las poblaciones que se han favorecido de estas ayudas públicas.