Personas en riesgo de exclusión podrán participar en talleres de recuperación personal para potenciar sus posibilidades de inserción social y laboral en el nuevo edificio que va a construir la Fundación Jesús Abandonado con el objetivo de mejorar la prestación de esos servicios para sacar de la exclusión a los más vulnerables. Ayer se llevó a cabo el acto simbólico de colocación de la primera piedra de las nuevas instalaciones, que se ubicarán junto al centro de acogida de la fundación, y que según su presidente, José Moreno, se convertirán en un espacio digno para ayudar a recuperar la inclusión a estas personas.

Estos talleres de recuperación personal son «la piedra angular» de la labor de la ONG y permiten desarrollar con personas vulnerables terapias ocupacionales, trabajos de artesanía o talleres de teatro. El edificio tendrá tres plantas en las que se ubicarán un almacén, un horno de trabajo, una sala multiusos, aulas de pintura y esmaltado, zonas comunes, una biblioteca, un comedor, una cocina, una capilla y una terraza, además de 10 habitaciones para los usuarios y 6 despachos para los trabajadores y voluntarios.